La enseñanza esencial de Jesús en el Sermón de la Llanura
Lucas presenta una versión del Sermón de la Montaña de Mateo, con enseñanzas fundamentales para cada uno de nosotros.
Importante para todo cristiano escuchar atentamente este mensaje.
1. La paradoja del regalo o la imposibilidad de un don puro
La Paradoja del Regalo: ¿Es posible un don verdaderamente puro?
Desde la antigüedad, los filósofos han reflexionado sobre la naturaleza del don y la gratuidad. Barron hace referencia a una paradoja ampliamente debatida en la filosofía contemporánea: la imposibilidad de un regalo verdaderamente gratuito. Esta reflexión no es solo teórica, sino que tiene implicaciones profundas en nuestra vida moral, nuestras relaciones humanas y nuestra espiritualidad cristiana.
1a). La estructura del don en la sociedad humana
Dar y recibir forman parte de la estructura fundamental de cualquier sociedad. Desde las civilizaciones más antiguas hasta el mundo contemporáneo, la reciprocidad ha sido la base del intercambio social y del fortalecimiento de los lazos comunitarios.
En muchos estudios antropológicos sobre culturas primitivas, se ha observado que el regalo no es solo un acto de generosidad, sino que conlleva una obligación implícita de devolución.
Ejemplo del intercambio entre jefes tribales
Menciona el caso de dos jefes tribales rivales que, en un intento de demostrar generosidad, compiten en la cantidad y calidad de los regalos hasta el punto de arruinarse mutuamente. Esta anécdota ilustra varios aspectos importantes de la lógica del regalo en la sociedad humana:
El regalo no es realmente desinteresado → Quien da, espera algo a cambio, aunque sea reconocimiento.
El regalo puede convertirse en una forma de dominación → Quien da más, se posiciona por encima del otro.
El intercambio puede volverse destructivo → En vez de unir, puede generar rivalidad.
Ejemplo cotidiano: el agradecimiento esperado
Otro ejemplo es el caso de los regalos de cumpleaños o eventos especiales. Cuando alguien nos hace un regalo, sentimos que debemos dar algo a cambio, aunque sea un simple "gracias". Si no lo hacemos, el donante puede sentirse ofendido o resentido.
¿Era realmente un regalo si esperaba algo a cambio?
¿Puede un regalo ser puro si existe esta expectativa de reciprocidad?
1b). El problema filosófico: la "aporía del don"
El concepto de "aporía del don" (del griego "aporia", que significa dificultad o paradoja) ha sido ampliamente debatido en la filosofía del siglo XX, especialmente por pensadores como Jacques Derrida y Marcel Mauss.
Aporía del don según Derrida
Jacques Derrida, en su obra Donner le temps (Dar el tiempo), plantea que un regalo deja de ser un regalo en el momento en que se reconoce como tal. Si quien recibe el don se siente en deuda, entonces ya no es un acto gratuito, sino parte de un sistema de intercambio.
Para Derrida, la única forma de un don absolutamente puro sería si:
Quien da, no es consciente de que está dando.
Quien recibe, no se siente obligado a devolver nada.
Pero en la realidad, esto es casi imposible, ya que siempre hay un sentimiento de obligación o reconocimiento.
1c)El enfoque antropológico de Marcel Mauss
Marcel Mauss, en su libro Ensayo sobre el don, estudia cómo en muchas sociedades el regalo es parte de un sistema de intercambio simbólico y social. En culturas primitivas, el don se asocia a prestigio y estatus, y su devolución es vista como un acto necesario para mantener la armonía social.
Ejemplo: En el Potlatch de los pueblos indígenas del noroeste de América, los líderes organizaban enormes festivales donde daban regalos excesivos para demostrar su poder y superioridad sobre los demás.
Mauss concluye que el don es una estrategia social, más que un acto de altruismo puro.
2. La solución cristiana: el amor sin condiciones
Frente a esta paradoja, Jesús propone una forma radicalmente distinta de dar. Su enseñanza rompe con la lógica del intercambio y nos invita a un amor que no espera nada a cambio:
"Ama a tus enemigos" → Dar sin reciprocidad.hacer el bien incluso a quienes nos odian.
Bendecir a quienes nos maldicen y rezar por quienes nos persiguen. "Haz el bien a quienes te odian" → No buscar gratitud ni recompensa.
Dar sin esperar nada a cambio, incluso a quienes no lo merecen. "Presta sin esperar que te devuelvan" → Liberarse del cálculo del beneficio.
No actuar con cálculo egoísta, sino con generosidad incondicional.
Dios como único donador puro
Dios es el único que da sin esperar nada a cambio. Dios da sin esperar nada porque no necesita nada. Su amor es incondicional y universal, como el sol y la lluvia que caen sobre justos e injustos.
La creación y existencia del mundo. Dios nos creó sin que pudiéramos darle nada a cambio.
La entrega de la Ley y la Alianza. Nos da la vida, la gracia y la salvación gratuitamente.
El don supremo de su Hijo Jesucristo. Jesús se entregó en la cruz sin esperar recompensa humana.
El Espíritu Santo como don gratuito de Dios.
El cristiano está llamado a imitar este modelo divino de dar sin esperar nada a cambio.
La única forma de dar un regalo puro: el modo en que Dios da
Dios no necesita nada ni busca ventaja alguna al dar.
Dios hace salir el sol sobre buenos y malos, envía la lluvia sobre justos e injustos.
Su amor es universal e incondicional.
Como Dios ama sin distinción, el cristiano está llamado a hacer lo mismo.
3. El don cristiano: una nueva lógica. Superar la lógica del intercambio y la reciprocidad
Ser cristiano no es solo ser una buena persona sino vivir como Cristo mismo.
San Pablo: "No soy yo quien vive, sino Cristo quien vive en mí" (Gálatas 2,20).
La meta cristiana es participar de la naturaleza divina, como decían los Padres de la Iglesia.
En lugar de quedar atrapados en el sistema de intercambio humano, el amor cristiano nos libera para dar sin condiciones:
No dar para recibir reconocimiento, sino porque amamos. "Si amáis solo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis?"
No calcular el beneficio, sino hacer el bien porque es lo correcto. "Si hacéis el bien solo a quienes os hacen el bien, ¿qué mérito tenéis?"
Perdonar y ayudar incluso a quienes no lo merecen. Jesús critica la mentalidad del trueque moral (dar esperando algo a cambio).
4. El mandato final: ser hijos de Dios a través del amor perfecto
"Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada a cambio".
"Así seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los ingratos y los malvados".
Ser cristiano es vivir de un modo radicalmente nuevo, imitando a Dios en su amor incondicional.
5. Conclusión: Vivir el amor gratuito
La paradoja del don solo se resuelve en el amor cristiano, que no sigue las reglas de la reciprocidad social. Jesús nos llama a trascender la lógica del intercambio y entrar en la lógica del amor gratuito de Dios.
Reflexiones finales:✔️ ¿Soy capaz de dar sin esperar nada a cambio?✔️ ¿Amo solo a quienes me aman o también a quienes me rechazan?✔️ ¿Puedo perdonar y ayudar sin buscar reconocimiento?
El verdadero desafío del cristiano es vivir el amor de Dios en nuestra vida cotidiana, superando la necesidad de reciprocidad y aprendiendo a dar con generosidad total.
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