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Un canto a María. Boaxente

Foto del escritor: Fray DinoFray Dino

Sábado 7 de diciembre

Primer sábado de mes.

19:00h Santo Rosario rezado por todos los grupos de la parroquia

20:00h Eucaristía

20:40h: Oración Un canto a María


"Da lo que tienes

para merecer recibir lo que te falta"



Proclama mi alma la grandeza del Señor,

se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;

porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia –como lo había prometido a nuestros padres– en favor de Abrahán

y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.





El Magníficat, el canto de alabanza de María, es un himno que nos inspira a vivir una vida de pureza, confianza y santidad. En este cántico, María nos enseña que Dios exalta a los humildes, llena de bienes a los que confían en Él y derriba del trono a los soberbios. Su mensaje es claro: no importa lo pequeños o insignificantes que podamos sentirnos, Dios tiene un plan perfecto para quienes le aman y se abandonan a su voluntad.


Jóvenes, María era apenas una adolescente cuando fue elegida para ser la madre del Salvador. Su confianza absoluta en Dios, su humildad y su pureza nos muestran que no necesitamos ser fuertes según el mundo, sino según el corazón de Dios. A través del Magníficat, ella nos invita a vivir con una fe alegre y confiada, sabiendo que Dios nunca abandona a los que ponen su esperanza en Él.

Ser santos, puros y buenos no significa ser perfectos, sino dejar que Dios sea el centro de nuestras vidas, CADA DÍA. Como María, podemos decir: "Mi alma glorifica al Señor" cuando decidimos hacer el bien, amar a los demás y vivir en paz con nuestras decisiones. Dios tiene grandes cosas reservadas para aquellos que caminan con Él.


Si alguna vez sientes que el mundo es un lugar difícil o que tus esfuerzos por ser bueno no son reconocidos, recuerda: Dios ve tu corazón y, al igual que a María, puede transformar tu vida en un testimonio de amor y grandeza. Sé luz en el mundo y confía en que, al igual que María, tu sí a Dios puede cambiar tu historia y la de los que te rodean. ¡Dios hace maravillas con quienes confían en Él!




Ave María.


PAra explicar el dogma:



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