• Por la Señal...
• ACTO DE CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza, y todo el amor de mi Corazón. Me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones.
¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús.
Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén.
• ORACIÓN PARA PEDIR AL ESPÍRITU SANTO SUS DONES
Oh Espíritu Santo, llena de nuevo mi alma con la abundancia de tus dones y frutos. Haz que yo sepa, con el don de Sabiduría, tener este gusto por las cosas de Dios que me haga apartar de las terrenas. Que sepa con el don de Entendimiento, ver con fe viva la importancia y belleza de la verdad cristiana. Que, con el don de Consejo, ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar y salvarme. Que el don de Fortaleza me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el camino de la salvación. Que sepa, con el don de Ciencia discernir claramente entre el bien y el mal, lo falso de lo verdadero, descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del pecado. Que con el don de Piedad ame a Dios como Padre, le sirva con fervorosa devoción y sea misericordioso con el prójimo. Finalmente que con el don de Temor de Dios tenga el mayor respeto y veneración por los mandamientos de Dios, cuidando de no ofenderlo jamás con el pecado. Lléname, sobre todo, de tu amor divino; que sea el móvil de toda mi vida espiritual. Que, lleno de unción, sepa enseñar y hacer entender, al menos con el ejemplo, la belleza de tu doctrina, la bondad de tus preceptos y la dulzura de tu amor. Amén.
• PRIMER DÍA ¡Espíritu Santo! ¡Señor de Luz! ¡Danos, desde tu clara altura celestial, tu puro radiante esplendor!
• Sólo una cosa es importante: la salvación eterna. Por lo tanto, sólo una cosa hay que temer: el pecado. El pecado es el resultado de la ignorancia, debilidad e indiferencia. El Espíritu Santo es el Espíritu de Luz, de Fuerza y de Amor. Con sus siete dones ilumina la mente, fortalece la voluntad, e inflama el corazón con el amor de Dios. Para asegurarnos la salvación debemos invocar al Divino Espíritu diariamente, porque “el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros” (Rom 8,26).
• ORACIÓN
Omnipotente y eterno Dios, que has condescendido para regenerarnos con el agua y el Espíritu Santo, y nos has dado el perdón de todos los pecados, permite enviar del cielo sobre nosotros los siete dones de tu Espíritu, el Espíritu de Sabiduría y de Entendimiento, el Espíritu de Consejo y de Fortaleza, el Espíritu de Conocimiento y de Piedad, y llénanos con el Espíritu del Santo Temor. Amén.
•(Pedir la gracia) • Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
• ORACIÓN FINAL : Oh Espíritu Santo, Dios Eterno, consolador de las almas, fortaleza de los espíritus, luz de las inteligencias, amor de nuestros corazones, acepta estos humildes obsequios que practicamos en honor y gloria tuyos; y, aunque indignos de toda gracia, concédenos, te lo pedimos con toda el alma, tus frutos y tus dones para que, movidos siempre por tu divino espíritu, guiados por tu inspiración, consolados con tu suavidad, enardecidos con tu fortaleza y encendidos en tu amor, podamos servirte fiel y perfectamente en esta vida y contemplarte en la otra eternamente. Así sea
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