top of page
Foto del escritorAlejandro

Indulgencia plenaria de la Porciúncula para quienes visiten un templo franciscano

Actualizado: 31 jul


Desde el mediodía del jueves 1 y hasta el viernes 2 de agosto, los fieles que visiten una iglesia franciscana en cualquier lugar del mundo podrán obtener, para sí mismo o para un difunto, la indulgencia plenaria de la Porciúncula o “Santa María de los Ángeles”, la iglesia que San Francisco de Asís, “amó con preferencia a todos los demás lugares del mundo” (LM 2,8).



Condiciones para obtenerla:                                  

  • Visitar una iglesia franciscana. Rezar tanto el Credo, para confirmar la identidad cristiana, y el Padre Nuestro, para confirmar la dignidad de hijo de Dios.

  • Orar por el Papa. Rezar según las intenciones del Santo Padre, el Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

  • Confesión Sacramental. Recibir el sacramento de la Reconciliación, durante los 8 días anteriores o posteriores, en cualquier Iglesia.

  • Comunión Eucarística. Participar de la Santa Misa y recibir a Comunión Eucarística, en cualquier Iglesia.


Como todos los años, en los primeros dos días de agosto, Asís es una especie de capital mundial de la misericordia por la Fiesta del Perdón que comienza la mañana del primero de agosto y finaliza la tarde del día siguiente. La Porciúncula, una pequeña iglesia dentro de la Basílica de Santa María de los Ángeles, es desde hace 8 siglos una fuente inagotable de perdón. Su historia está estrictamente unida al 2 de agosto de 1216. Es de noche y San Francisco está inmerso en la oración. Ve sobre el altar a Cristo y su Madre, rodeados por una multitud de Ángeles. Entonces Francisco dirige una oración al Padre: "Te pido para que todos aquellos que, arrepentidos y confesados, vengan a visitar esta iglesia, obtengan un perdón amplio y generoso, con una completa remisión de todas las culpas".

 

Quiero enviaros a todos al Paraíso

  (Catequesis frayDino en Asís 2 Agosto 2024)


111.>Situación real. Vivimos en pecado?

Vivimos en el pecado?

Convivimos con el pecado?

El caso es que el pecado está.

Diríais no, mi vida es normal, como todos….

Los sacerdotes también decimos… bueno, somos humanos, débiles, somos así…

Para justificarnos vivir en el egoísmo, la ambición, el placer q ofrezca cada día, …


Abilio me decía: si un día no hay sacramento ese día es del pecado, porque tú decides, y tus criterios van a ser ‘lo que más te convenga, te engorde (tu vanidad), te interesa, etc… y tus éxitos y fracasos son tuyos.



Al amanecer de ese extraordinario día de 1216, Francisco se dirige a Perugia (ciudad situada a 24 km de Asís) para encontrarse con el Papa Honorio III, a quien le pide de conceder la indulgencia a aquellos que, después de haberse arrepentido y confesado, van a la Porciúncula.


El Pontífice, antes de dar su aprobación, pregunta por cuántos años debe extender la indulgencia. Francisco le responde que no quiere "años, sino almas". Una vez de vuelta en la Porciúncula, junto a los obispos de Umbría, anuncia: "¡Hermanos míos, quiero enviaros a todos al Paraíso!". Desde entonces, esta historia de auténtico perdón se renueva para aquellos que reciben la absolución de sus pecados a través de la Confesión, participan en la Santa Misa y visitan la Porciúncula.

 

El mundo necesita perdón

 

>El 4 de agosto de 2016, el Papa Francisco dijo durante su visita a la Basílica de Santa María de los Ángeles en Asís: "El perdón por el que San Francisco se convirtió en 'canal' de la Porciúncula continúa 'generando Paraíso' aún después de ocho siglos" y señaló que “ofrecer el testimonio de misericordia en el mundo de hoy es una tarea de la que ninguno de nosotros puede escapar".


222.> "El mundo - enfatizó el Papa - necesita perdón; demasiadas personas viven encerradas en rencor y engendran odio, porque son incapaces de perdonar, arruinando sus propias vidas y las de los demás en lugar de encontrar la alegría de la serenidad y la paz.


El perdón de Asís: un don pedido al Señor para cada persona

Una de las manifestaciones de la misericordia infinita del amor de Dios la tenemos en ASIS, en este día 2 de agosto en que celebramos el «perdón de Asís», o «Indulgencia Plenaria de la Porciúncula», que se celebra cada 2 de agosto, fiesta de Santa María de los Ángeles.


3333.>Cuando San Francisco de Asís sostuvo la Iglesia, en el sueño del Papa Inocencio III, para evitar su derrumbe, te está sosteniendo hoy a ti. Tú eres la IGLESIA que San FRANCISCO QUIERE RESTAURAR

Quienes el 1 y el 2 de agosto visiten la iglesia de la Porciúncula en Asís o a una iglesia franciscana en el mundo puede obtener indulgencia plenaria, en las condiciones habituales: Confesión, Comunión, orar por el Papa.


444.> Cuenta la historia que una noche del año 1216, San Francisco de Asís le hizo a Jesucristo esta petición: «Ruego que todos aquellos que, arrepentidos y confesados, vengan a visitar esta iglesia, obtengan un amplio y generoso perdón, con una completa remisión de todos los pecados».


Recibida la aprobación pontificia, el santo no esperó ningún documento escrito, sino que corrió a Asís y, al llegar a la Porciúncula, anunció la gran noticia:


«Hermanos míos, ¡quiero enviaros a todos al paraíso!».


¿Qué es una Indulgencia?

Según el Código de derecho canónico y el Catecismo de la Iglesia católica, «la indulgencia es «la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos».. De esta manera, una vez que el fiel ha obtenido la Indulgencia Plenaria, se encontrará libre de pecado y absuelto de cumplir pena en el purgatorio.


1.- Los fieles pueden acudir a cualquier iglesia franciscana en cualquier parte del mundo para obtener este don.


2.- La Indulgencia Plenaria se puede obtener cualquier día del año en la Porciúncula de Asís, mientras que en el resto de iglesias tan sólo el 2 de agosto.


3.- Esta indulgencia se puede ganar, no sólo, para uno mismo, también se puede ganar para una persona ya difunta.


Y para ganarla, son necesarias una serie de condiciones, que citamos a continuación:

a– Visitar una Iglesia franciscana, parroquial o que tenga dicho indulto y rezar tanto el Credo (para confirmar la propia identidad cristiana) como también el Padre nuestro (para confirmar la propia dignidad de hijos de Dios).

b– Recibir el sacramento de la Reconciliación para estar en la gracia de Dios (durante los 8 días anteriores o posteriores).

c– Participar en la Santa Misa y la Comunión Eucarística.

d– Rezar por las intenciones del Santo Padre (para ello es necesario elegir al menos una oración entre el Padre nuestro, Ave María, Gloria al Padre u otra).

e– Excluir cualquier afecto al pecado, incluso venial.


La Historia del Perdón de Asís


4444.>La Historia cuenta que Francisco estaba en oración y contemplación en la Porciúncula, cuando de improviso la capilla se llenó de luz y vio sobre el altar a Cristo revestido de luz y a la derecha a su Madre, rodeados de una multitud de Ángeles. Con el rostro en tierra Francisco adoró a su Señor en silencio.

Ellos le preguntaron qué deseaba para la salvación de las almas y Francisco contestó:

«Santísimo Padre, aunque yo soy un pobre pecador te ruego que a todos los que, arrepentidos de sus pecados y confesados, vengan a visitar esta iglesia, les concedas amplio y generoso perdón, con una completa remisión de todas las culpas».


«Lo que pides, hermano Francisco, es grande –le dijo el Señor–, pero de mayores cosas eres digno, y mayores tendrás. Por lo tanto accedo a tu petición, pero con la condición de que pidas de mi parte a mi vicario en la tierra esta indulgencia».


Entonces Francisco fue de inmediato al Papa Honorio III, le relató la visión que había tenido, el pontífice le escuchó con atención y después de algunas objeciones, le dio su aprobación.


Y le preguntó a Francisco:

«¿Cuántos años de indulgencia quieres?».

El «Pobrecillo» de Asís respondió:

«Padre Santo, ¡no pido años, sino almas!».

Y Cuando Francisco se iba el pontífice le preguntó:

«¿No quieres ningún documento?».

y Francisco le contestó:

«¡Santo Padre, me basta su palabra!».

«Si esta indulgencia es obra de Dios, Él verá cómo dar a conocer su obra. Yo no necesito ningún documento; el papel debe ser la Santísima Virgen María, Cristo el notario y los Ángeles los testigos».


El 2 de agosto de 1216, ante una gran multitud, en presencia de los obispos de Umbría, promulgó el Gran Perdón. Aquel día de agosto, Francisco dijo a la gente cobijada a la sombra de las encinas:

«Quiero mandaros a todos al paraíso, anunciándoos la indulgencia que me ha sido otorgada por el Papa Honorio. Sabed, pues, que todos los aquí presentes, como también cuantos vinieren a orar en esta iglesia, obtendrán la remisión de todos sus pecados».


Videos en directo de los franciscanos de Assisi:

 

 



5555.>El perdón: el camino de vuelta al abrazo del Padre

"El perdón de Asís es un "súper" regalo que Francisco quiso ofrecer a toda persona de cualquier tiempo y lugar. Una vuelta a la relación con Dios. En una noche agitada, el Santo sintió que toda persona es esperada y querida por Dios, que cuida de ella, dejándola con el anhelo del hogar: una relación con Él.


El perdón es volver a casa, sentir el abrazo de un Padre que siempre ha estado con nosotros".


¿qué significado adquiere la palabra perdón?


1.- Perdonar es empezar por perdonarnos a nosotros mismos.

Todos nos hemos dado cuenta de que tenemos que parar y reencontrarnos. PARA ESTO VENIMOS A ASÍS


El perdón es sobre todo el que tenemos que darnos a nosotros mismos, por el tiempo perdido, por las prisas y las oportunidades perdidas.

A menudo nos damos cuenta de la bondad de algo cuando lo hemos perdido, y ya no está ahí. Y es muy triste vivir con oportunidades perdidas. Perdonarnos a nosotros mismos por lo que hemos descuidado o vivido de forma superficial


2.- Perdonar es aceptar a los demás y ayudarles a ser lo que Dios ha deseado que sean.

Como en un matrimonio. Ayudar a la mitra persona a hacer la voluntad De Dios en el

Perdonar no significa tolerar, significa ayudarles a hacer la voluntad de Dios en ellos.


Porque si destacamos las diferencias podemos generar conflicto, si quisiéramos que todos fuesen iguales generaríamos asfixia, por lo que es mejor confrontarnos desde la aceptación de lo que Dios desea para cada uno.


¿cómo os habéis preparado para esta gran y solemne fiesta del Perdón?

Oración personal.

Oración de intercesión.

Peregrinación con la intención de dejar atrás lo que en neustra vida no es de Dios.

Perdonar a los que nos han ofendido. "Si no lo consigues, pide al Señor que te dé la fuerza para conseguirlo: Señor ayúdame a perdonar", exclamó el Papa.




Catequesis completa del Papa Francisco:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy completamos la catequesis sobre la quinta petición del 'Padre Nuestro', deteniéndonos en la expresión " como nosotros perdonamos a los que nos ofenden" (Mt. 6,12).


1.- Hemos visto que es propio del hombre ser deudor ante Dios:

de Él hemos recibido todo, en términos de naturaleza y gracia. Nuestra vida no solo fue deseada, sino amada por Dios. Realmente no hay espacio para la presunción cuando unimos las manos para orar. No existen 'self made men' en la Iglesia, hombres que se han hecho a sí mismos. Todos estamos en deuda con Dios y con muchas personas que nos han dado condiciones de vida favorables. Nuestra identidad se construye a partir del bien recibido. El primero es la vida.


2.- GRACIAS El que reza aprende a decir 'gracias'. Y nosotros muchas veces nos olvidamos de decir 'gracias', somos egoístas. El que reza aprende a decir "gracias" y le pide a Dios que sea benévolo con él o con ella. Por mucho que nos esforcemos, siempre hay una deuda inagotable con Dios, que nunca podremos pagar: Él nos ama infinitamente más de lo que nosotros lo amamos. Y luego, por mucho que nos comprometamos a vivir de acuerdo con las enseñanzas cristianas, en nuestras vidas siempre habrá algo por lo que pedir perdón: pensemos en los días pasados perezosamente, en los momentos en que el rencor ha ocupado nuestro corazón y así sucesivamente... Son experiencias desafortunadamente, no escasas, las que nos hace implorar: 'Señor, Padre, perdona nuestras ofensas'. Así pedimos perdón a Dios.


3.- 'Como nosotros perdonamos'.

JESUS dice que hay más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por una multitud de justos que no necesitan conversión (Lc 15,7-10). Pero la gracia abundante de Dios siempre es un reto. Aquellos que han recibido tanto deben aprender a dar tanto y no retener solo para ellos mismos lo que han recibido.

No es una coincidencia que el Evangelio de Mateo, inmediatamente después del texto del 'Padre Nuestro' entre las siete expresiones utilizadas, enfatice precisamente la del perdón fraterno: "Si vosotros, perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas" (Mt 6,14-15).


El amor llama al amor, el perdón llama al perdón.


Nuevamente en Mateo encontramos una parábola muy intensa dedicada al perdón fraterno. Vamos a escucharla.


Había un siervo que tenía una gran deuda con su rey: ¡diez mil talentos! Una suma imposible de devolver; no sé cuánto sería hoy, pero cientos de millones. Pero el milagro sucede, y ese siervo no recibe un aplazamiento del pago, sino todo el condono. ¡Una gracia inesperada! Pero he aquí que ese mismo siervo, inmediatamente después, se enfurece contra uno de sus hermanos, que le debe cien denarios, -muy poco-, y, aunque sea una cifra accesible, no acepta excusas ni súplicas. Por lo tanto, al final, el amo lo llama y lo condena. Porque si no te esfuerzas por perdonar, no serás perdonado; si no tratas de amar, tampoco serás amado.


El mal conoce sus venganzas, y si no se interrumpe, corre el riesgo de propagarse y sofocar al mundo entero.

La ley del talión: lo que me hiciste, te lo devuelvo,

Jesús la sustituye con la ley de amor: lo que Dios me ha hecho, ¡te lo comparto!


Dios le da a cada cristiano la gracia de escribir una historia de bien en la vida de sus hermanos, especialmente de aquellos que han hecho algo desagradable e incorrecto. Con una palabra, un abrazo, una sonrisa, podemos transmitir a los demás lo más precioso que hemos recibido ¿Qué es lo más precioso que hemos recibido? El perdón, que debemos ser capaces de dar a los demás.




1030 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page