Para obtener la indulgencia plenaria durante el Año Jubilar es necesario:
1. Realizar una peregrinación a un templo jubilar, participando en alguna celebración litúrgica o dedicando tiempo a la oración.
2. Confesarse y recibir la Eucaristía en los días cercanos a la peregrinación, estando en gracia de Dios.
3. Rezar por las intenciones del Papa, mostrando nuestra comunión con toda la Iglesia.
4. Practicar alguna obra de caridad como expresión de nuestra fe viva.
La parroquia te propone una reunión de formación el miércoles 15 de enero tercer miércoles:
a las 18:30h para compartir estas cuestiones:
Texto íntegro de la bula: https://www.vatican.va/content/francesco/es/bulls/documents/20240509_spes-non-confundit_bolla-giubileo2025.html
La indulgencia plenaria, según la enseñanza de la Iglesia Católica, es la remisión total de la pena temporal causada por los pecados, cuya culpa ya ha sido perdonada en el sacramento de la reconciliación. En el contexto de la Bula Spes non confundit, la indulgencia plenaria se presenta como un signo concreto de la infinita misericordia de Dios y un elemento central del Jubileo del Año 2025.
Definición y fundamentos teológicos
Significado:
La indulgencia plenaria borra las "consecuencias residuales del pecado" que permanecen incluso después del perdón sacramental.
Es una experiencia de la plenitud del perdón de Dios que restaura al pecador completamente en su relación con Él.
Fundamento bíblico y teológico:
Se basa en la redención de Cristo, que, a través de su pasión, muerte y resurrección, abre la posibilidad de reconciliación total con Dios.
Es un acto de misericordia divina que libera no solo de la culpa, sino también de las consecuencias temporales del pecado.
Relación con el sacramento de la confesión:
Aunque la confesión perdona la culpa del pecado, la indulgencia remueve las penas temporales asociadas con este.
Es un don que se obtiene mediante condiciones específicas, como la oración, las obras de caridad y la participación en los sacramentos.
En el contexto del Jubileo 2025
Durante el Jubileo, los fieles podrán obtener la indulgencia plenaria al cumplir las siguientes condiciones:
Confesión sacramental: Para estar en estado de gracia.
Comunión eucarística: Como expresión de unión con Cristo.
Oración por las intenciones del Papa: Generalmente incluye el rezo del Padrenuestro, el Avemaría y una oración a elección.
Obra establecida:
Peregrinar a una iglesia designada para el Jubileo, como una basílica, catedral o santuario.
Participar en la apertura de la Puerta Santa en Roma o en las Iglesias particulares.
Practicar obras de caridad, como el cuidado de los pobres o los enfermos.
Reflexionar sobre las indulgencias y comprometerse a una conversión auténtica.
Aspectos espirituales
La indulgencia plenaria es una oportunidad para profundizar en la experiencia de la misericordia divina.
Tiene un componente comunitario: invita a rezar y ofrecer indulgencias por los difuntos, expresando la comunión de los santos y la solidaridad con las almas en el purgatorio.
Representa un llamado a la conversión personal, marcando un camino de reconciliación y renovación espiritual.
1. 1. Tema central: La esperanza
El Jubileo está marcado por el lema "La esperanza no defrauda" (Rm 5,5), inspirado en la Carta a los Romanos de San Pablo. La esperanza es presentada como una virtud teologal fundamental que nace del amor de Dios derramado en los corazones por el Espíritu Santo y que orienta nuestra vida hacia el encuentro con Cristo.
Esperanza: ¿Qué significa para ti ser un "peregrino de esperanza" en el mundo de hoy?
2.- El Jubileo como momento de gracia.
El Jubileo se celebrará en Roma y en las Iglesias particulares de todo el mundo, invitando a todos a un encuentro personal con Jesús, "puerta de salvación". La peregrinación y la reconciliación son señaladas como signos clave de este camino de fe.
¿Cómo crees que un Jubileo puede transformar la vida espiritual de una persona como tú, de las personas con las que conviven y de la comunidad eclesial?
3. Apertura a toda la humanidad.
Se destaca la conmemoración del 1700 aniversario del Concilio de Nicea (325), que invita a los cristianos a avanzar hacia la unidad visible. Además, se señala la oportunidad de establecer una fecha común para la Pascua entre Oriente y Occidente.
¿Cómo puede ayudar a las personas no católicas, o a los católicos alejados, vivir este Jubileo, siguiendo la invitación del Papa Francisco?
4. La peregrinación como signo de esperanza.
El Papa subraya la necesidad de ser signos tangibles de esperanza en un mundo marcado por conflictos, pobreza, desigualdad y desafíos globales. Entre las iniciativas propuestas están:
Paz mundial: Llamado a la diplomacia y al cese de guerras.
Justicia social: Apoyo a los pobres, condonación de deudas y acceso a recursos esenciales.
Acogida a migrantes: Protección de derechos humanos y lucha contra prejuicios.
Atención a los jóvenes y ancianos: Valorar a las nuevas generaciones y la sabiduría de los mayores.
Cuidado de los enfermos y prisioneros: Propuestas de amnistías, respeto por los derechos humanos y abolición de la pena de muerte.
¿Qué peregrinaciones podemos hacer como parroquia?
¿Sabes que tenemos una puerta jubilar muy cerca, en Pastoriza?
¿Te gustaría comenzar enero peregrinando a Pastoriza, por ejemplo el sábado 18 de enero?
¿Qué esperas encontrar o renovar en tu vida al participar en una peregrinación durante el Jubileo?
5. La misericordia como núcleo del Jubileo.
El Jubileo resalta la importancia del sacramento de la confesión, que ofrece el perdón de Dios y elimina las consecuencias del pecado mediante la indulgencia. Los Misioneros de la Misericordia desempeñarán un papel central, especialmente en contextos difíciles como cárceles y hospitales.
¿Cómo experimentas la misericordia de Dios en tu vida diaria, y cómo podrías transmitirla a tu familia y a tus amigos/compañeros/vecinos?
6. Confianza en Dios en tiempos de crisis: En un mundo lleno de desafíos,
¿qué lugar ocupa la confianza en Dios en tus decisiones y tu manera de vivir? ¿Cómo podemos crecer en la certeza de que Dios conduce nuestra vida para el BIEN?
a). La esperanza como ancla en tiempos difíciles
Base bíblica: San Pablo recuerda en la Carta a los Romanos que la esperanza "no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo" (Rm 5,5). Este versículo sirve de hilo conductor para toda la Bula.
La esperanza nace de la certeza de que Dios nunca abandona a su pueblo, incluso en los momentos más oscuros.
La fe en Cristo resucitado permite afrontar los desafíos de la vida con la seguridad de que todo tiene un propósito en el plan divino.
Metáfora del ancla: La Bula utiliza la imagen del ancla (cf. Hb 6,18-20), que simboliza la estabilidad y seguridad en medio de las tormentas de la vida. La confianza en Dios es esa "ancla del alma" que permite mantener el rumbo, incluso cuando las circunstancias parecen adversas.
b). Crisis actuales: Llamado a confiar en Dios
El Papa aborda las múltiples crisis que afectan al mundo actual:
Guerras y violencia: En un mundo que sufre conflictos, la confianza en Dios se convierte en un llamado a la oración activa por la paz y al compromiso por construir un mundo más justo.
Incertidumbre económica y social: Las desigualdades, el desempleo y la falta de seguridad generan angustia en muchas personas. Francisco exhorta a no ceder al miedo, sino a recurrir a Dios como fuente de consuelo y orientación.
Crisis espiritual: En una época marcada por el individualismo y el escepticismo, el Papa invita a los creyentes a renovar su confianza en la presencia amorosa de Dios, que nunca falla.
c). La paciencia como virtud vinculada a la confianza
El Papa subraya que la confianza en Dios se manifiesta también en la virtud de la paciencia, especialmente en tiempos de dificultad:
La paciencia permite aceptar los tiempos de Dios, reconociendo que su plan, aunque a veces incomprensible, siempre busca nuestro bien (cf. Rm 8,28).
Francisco lamenta la cultura de la prisa y el "aquí y ahora", que genera insatisfacción y desconfianza en el futuro. La paciencia, fruto del Espíritu Santo, fortalece la esperanza y la confianza en Dios.
d). Ejemplo de los santos como modelo de confianza
La Bula menciona que la confianza en Dios se fortalece cuando contemplamos el testimonio de los santos, especialmente de los mártires, que confiaron plenamente en el Señor, incluso en medio de persecuciones y sufrimientos.
En el caso de San Francisco de Asís, su abandono total a la providencia divina, incluso en situaciones de pobreza extrema y rechazo, es un ejemplo luminoso de cómo confiar en Dios transforma las crisis en oportunidades para crecer en santidad.
e). Sugerencias prácticas para vivir la confianza en tiempos de crisis
El Jubileo 2025 ofrece herramientas concretas para cultivar la confianza en Dios:
Peregrinación: El acto de caminar hacia lugares santos simboliza el abandono en Dios y la confianza en que Él guía cada paso del camino.
Oración y sacramentos: La reconciliación y la Eucaristía son momentos privilegiados para experimentar la misericordia y renovar la confianza en la gracia divina.
Obras de misericordia: Ayudar a los demás, especialmente a los pobres, enfermos y marginados, no solo alivia su sufrimiento, sino que también fortalece nuestra propia fe en la acción providente de Dios.
f). La cruz como fuente de confianza
El Papa recuerda que la confianza en Dios está firmemente arraigada en la cruz de Cristo. A través de su muerte y resurrección, Jesús nos muestra que las crisis no tienen la última palabra:
La cruz, signo de dolor, se transforma en símbolo de victoria.
Confiar en Dios significa aceptar nuestras cruces cotidianas con la seguridad de que Él nos sostiene y nunca nos abandona.
7. Un llamado a la conversión ecológica.
¿Cómo puedes contribuir a cuidar la creación y vivir la "esperanza activa" que nos pide el Papa Francisco?
8. Reconciliación y perdón.
¿A quién necesitas perdonar o de quién necesitas recibir perdón para vivir plenamente el espíritu del Jubileo?
a). Reconciliación en la comunidad
El Papa enfatiza que la reconciliación no se limita al ámbito personal, sino que debe extenderse a las relaciones humanas y a la sociedad:
Perdonar a los demás: vivir el perdón como un estilo de vida, buscar la reconciliación en las familias, comunidades y naciones.
Reparación del daño causado: compromiso con la justicia y la reparación de las heridas infligidas a otros, especialmente a los más vulnerables.
b). La reconciliación como camino hacia la unidad
Unidad entre los cristianos: La conmemoración de los 1700 años del Concilio de Nicea, que tendrá lugar en 2025, es una oportunidad para avanzar en el camino hacia la unidad visible entre las distintas tradiciones cristianas.
Promover la paz en el mundo: invitación al perdón y la reconciliación a los ámbitos políticos y sociales, mediante el diálogo y la negociación.
c).La reconciliación con la creación
Conversión ecológica: respetar y reparar la creación
Justicia y solidaridad global: abordar las deudas ecológicas y económicas que perpetúan la desigualdad.
d). Testimonios de reconciliación y perdón
El Papa destaca el ejemplo de los mártires y santos que vivieron el perdón como una expresión radical de amor:
Los mártires como testigos de reconciliación:
Modelos contemporáneos
e). Llamado a la reconciliación universal
abrazar la reconciliación como un camino hacia un mundo más justo y fraterno:
Reconciliación con uno mismo: Aceptar las propias limitaciones y heridas como parte del camino hacia la plenitud.
Reconciliación con Dios y con los demás: Reconocer la necesidad de Dios en la vida y trabajar por sanar las relaciones rotas.
Reconciliación como misión de la Iglesia: glesia llamada a ser un signo vivo de reconciliación en el mundo, promoviendo perdón, justicia y paz.
9. La indulgencia plenaria.
¿Sabes qué son las indulgencias plenarias y cómo puedes obtenerlas durante este tiempo jubilar?
10. La importancia de la oración.
¿Qué cambios podrías hacer en tu vida de oración para que tu fe y tu vida sea más profunda y significativa durante el Jubileo?
La oración como un medio privilegiado para renovar la esperanza y fortalecer la relación personal con Dios, especialmente en el contexto del Jubileo 2025. La oración, presentada como un acto de confianza, diálogo y apertura al Señor, ocupa un lugar central en la vida cristiana y en la experiencia jubilar.
a). La oración como diálogo de esperanza
La oración, según la Bula, es el lugar donde los creyentes se encuentran con Dios en su intimidad y experimentan la fuerza transformadora de la esperanza:
Relación personal con Dios: A través de la oración, los fieles no solo presentan sus necesidades, sino que abren su corazón a la escucha de la voz del Señor. Este diálogo íntimo es un recordatorio constante de que Dios camina con nosotros.
Esperanza renovada: El Papa recuerda que la oración no siempre cambia las circunstancias externas, pero transforma el corazón, permitiendo afrontar las dificultades con una perspectiva de fe y confianza en la providencia divina.
b). La oración como ancla en tiempos difíciles
En medio de las incertidumbres del mundo moderno, Francisco llama a la oración como una práctica que fortalece el espíritu frente a las adversidades:
Superación del miedo: En tiempos de crisis, la oración actúa como un ancla que estabiliza al creyente en medio de las tormentas de la vida. Permite recordar que Dios no abandona y que sus planes siempre buscan el bien (cf. Rm 8,28).
Paciencia y perseverancia: La oración enseña la paciencia necesaria para esperar en los tiempos de Dios, resistiendo la tentación de la desesperación o la prisa por soluciones inmediatas.
c). Oración y sacramentos: Una unidad inseparable
La Bula destaca que la oración encuentra su máxima expresión en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía y la Reconciliación:
Eucaristía como fuente y cumbre: La celebración eucarística es un acto de oración comunitaria donde los fieles reciben el cuerpo y la sangre de Cristo, fortaleciendo su esperanza en la vida eterna.
Reconciliación como oración de sanación: El sacramento de la Penitencia es un encuentro orante con la misericordia de Dios, que libera del peso del pecado y renueva el corazón con esperanza.
d). La oración como obra de misericordia
La oración no solo tiene una dimensión personal, sino también comunitaria y solidaria:
Intercesión por los demás: El Papa Francisco recuerda la importancia de orar por los pobres, los presos, los enfermos, los migrantes y todos aquellos que viven en condiciones de sufrimiento. La oración es una forma de acercarse espiritualmente a quienes necesitan esperanza.
Unidad de la Iglesia: En el Año Jubilar, la oración comunitaria se convierte en un signo visible de la unidad del pueblo de Dios. Los fieles, reunidos en parroquias, santuarios y catedrales, proclaman juntos su confianza en el Señor.
e). La oración como camino de conversión
El Jubileo 2025 es una oportunidad para que los creyentes redescubran el poder transformador de la oración:
Examen de conciencia: A través de la oración, los fieles pueden reflexionar sobre su vida y pedir la gracia de la conversión.
Compromiso renovado: La oración no solo lleva a contemplar a Dios, sino también a actuar en el mundo según su voluntad, promoviendo la justicia, la paz y el amor fraterno.
f). Modelos de oración en la tradición cristiana
El Papa invita a mirar los ejemplos de los santos y las enseñanzas de la Iglesia sobre la oración:
San Francisco de Asís: Su vida fue un ejemplo de oración constante y contemplativa, que lo llevó a amar a Dios y a toda la creación. Su Cántico de las criaturas refleja una profunda comunión con el Señor.
La Virgen María: Como Madre de la esperanza, María es modelo de oración confiada. Su Magníficat es una expresión de alabanza y confianza en Dios.
g). La oración en el Jubileo 2025
El Papa establece que la oración será un componente fundamental del Año Santo:
Peregrinación y oración: Los peregrinos que visiten Roma o las Iglesias particulares estarán llamados a momentos intensos de oración, especialmente en los santuarios y ante la Puerta Santa.
Espacios de oración en las Iglesias locales: Se anima a preparar lugares donde los fieles puedan encontrar un ambiente propicio para el recogimiento y el diálogo con Dios.
Oración ecuménica: En el contexto del Jubileo, la oración también será un puente para la unidad entre los cristianos de distintas tradiciones, especialmente en la conmemoración de los 1700 años del Concilio de Nicea.
Conclusión
La oración, según la Bula Spes non confundit, es el corazón del Año Jubilar y de la vida cristiana. Es un acto de fe, esperanza y amor que transforma al creyente, lo fortalece en tiempos de prueba y lo impulsa a vivir según la voluntad de Dios. En el Jubileo 2025, la oración será un camino privilegiado para experimentar la cercanía de Dios y renovar el compromiso de construir un mundo más justo y solidario.
11. La Iglesia como portadora de esperanza.
El Papa invita a todos los cristianos a vivir este Año Santo como un tiempo para redescubrir el fundamento de la esperanza, que encuentra su realización en la vida eterna. Jesús muerto y resucitado es el centro de nuestra fe y la base de nuestra esperanza.
¿Cómo puedes ser un signo de esperanza dentro de tu comunidad, especialmente para los que sufren?
12. Fortalecimiento de la sinodalidad.
¿Qué significa para ti caminar JUNTOS Y EN COMUNIóN, como Iglesia, escuchando al Espíritu Santo y a los demás?
13. Memoria de los jubileos pasados.
Se resalta el papel histórico del Jubileo, desde su primera convocatoria en 1300 hasta eventos jubilares previos, como la indulgencia de la Porciúncula concedida a San Francisco (1216). El Jubileo 2025 se sitúa en continuidad con el Jubileo del 2000 y el Jubileo Extraordinario de la Misericordia (2015).
¿Qué hemos aprendido de jubileos anteriores?
14. Solidaridad global.
El documento concluye con una exhortación a ser testigos creíbles de la esperanza en el mundo, promoviendo la fe, la caridad y la dignidad humana. El Jubileo es una oportunidad para fortalecer los lazos interpersonales, la paz y la justicia social, y preparar el camino hacia el gran aniversario del 2033: los dos mil años de la Redención.
¿Qué gestos concretos de solidaridad/servicio puedes realizar para que este Jubileo sea un tiempo de justicia y caridad?
15. María, estrella de la esperanza:
a Virgen María es presentada como modelo y guía de esperanza, con especial mención a los santuarios marianos, que serán lugares privilegiados de oración y consuelo durante el Jubileo.
¿Cómo amar más a la Virgen María y recibir su ayuda para vivir con más confianza y esperanza en las promesas de Dios? ¿Sabes que podemos llevar todos los niños a consagrarse a María el sábado 22 de febrero?
El Jubileo comenzará el 24 de diciembre de 2024 con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro y continuará con la apertura de las Puertas Santas de otras basílicas papales en Roma. Finalizará el 6 de enero de 2026.
Objetivo 3: Peregrinar y visitar las catedrales de la diócesis
Como ya han anunciado numerosos obispos de todo el mundo, los caminos a Roma no serán las únicas peregrinaciones del Jubileo de 2025, pues se ha ido informando de los templos y parroquias a lo largo de las diócesis que se configuran como una parada o destino de peregrinaciones particulares.
Objetivo 4º Rezar la oración del jubileo
Una de las propuestas principales del jubileo es la de la oración continuada de los muchos textos que posee la Iglesia. A todos ellos se agrega la oración compuesta expresamente por el Papa Francisco para este Jubileo de 2025, que reproducimos:
Padre que estás en el cielo,
la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano,
y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo,
despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores
de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos,
en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva,
cuando vencidas las fuerzas del mal,
se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo reavive en nosotros,
Peregrinos de Esperanza,
el anhelo de los bienes celestiales
y derrame en el mundo entero la alegría y la paz de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente,
sea la alabanza y la gloria por los siglos. Amén.
El origen de la Puerta Santa en la historia de la Iglesia La práctica de abrir una Puerta Santa comenzó en 1300, bajo el pontificado del Papa Bonifacio VIII, quien estableció que cada Jubileo sería una oportunidad para que los fieles experimentaran la misericordia de Dios de manera especial. A lo largo de los siglos, las Puertas Santas se han abierto solo durante los años jubilares, con el fin de ofrecer a los fieles la posibilidad de ganar indulgencias bajo ciertas condiciones, promoviendo una mayor conversión y acercamiento a Dios.
La importancia espiritual de cruzar la Puerta Santa Para la Iglesia, cruzar la Puerta Santa es un acto profundamente simbólico, que representa la entrada a un nuevo período de gracia. No se trata solo de atravesar un umbral físico, sino de abrir el corazón y la mente a la misericordia y el perdón divinos. Cada Puerta Santa es un recordatorio de que, a través de Cristo, siempre podemos comenzar de nuevo, independientemente de los errores del pasado. Este acto de pasar por la puerta está asociado con la reconciliación y con el llamado a renovar nuestra relación con Dios.
Las implicaciones del Jubileo y su relación con la Puerta Santa Durante los Años Santos, la Puerta Santa es abierta en ciertas basílicas importantes, como la de San Pedro en Roma, y otras iglesias alrededor del mundo. La apertura de estas puertas marca el comienzo del Jubileo, un tiempo dedicado a la oración, la penitencia y la reflexión sobre la vida cristiana. Los fieles que cruzan la Puerta Santa durante este tiempo reciben indulgencias, lo que les permite acercarse aún más a Dios a través de Su gracia y misericordia.
«La Puerta Santa no es solo un umbral físico, sino una invitación a vivir el perdón, la reconciliación y el amor de Dios.»
Un símbolo vivo de la misericordia divinaLa Puerta Santa es más que un símbolo histórico; es una invitación continua a vivir el Evangelio con un corazón renovado. A lo largo de los siglos, este acto de fe ha permitido a millones de católicos acercarse a la misericordia de Dios, y hoy sigue siendo una poderosa expresión de la gracia y la esperanza que ofrece la Iglesia. En cada Jubileo, la Puerta Santa nos recuerda que, a través de Cristo, siempre hay una nueva oportunidad para sanar y comenzar de nuevo.
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