Medjugorje 2025.
- Fray Dino
- hace 22 horas
- 5 Min. de lectura
Actualizado: hace 53 minutos
SACERDOTE. Con la cruz entre las manos.( Habla Jesús:)
Contémplame en tu corazón,
porque estoy dentro de ti resucitado y glorioso,
aunque tengas las puertas cerradas por miedo, o el corazón endurecido o desconfiado...o herido
Mira mis manos y mi costado.
He querido conservar en mi cuerpo glorioso, resucitado, perfecto, las heridas de la pasión.
Son el testimonio eterno de mi amor por tí.
Mira mis llagas gloriosas, ellas son tu tesoro y tu victoria. Besa mis manos. Refúgiate en mi costado abierto.
De mi Corazón traspasado y resucitado brota el perdón para todos los hombres.
Déjate inundar del perdón, de la paz y de la vida, que brotan de mi costado.
Deja que me una a tí y te haga participar de mi vida gloriosa de resucitado.
ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN A LA CRUZ: (de rodillas)
Padre celestial,
te pido que me auxilies con la fuerza del Espíritu Santo,
pues deseo entregarme y consagrarme hoy a tu Hijo crucificado.
Jesús, quiero consagrarme a tu Santa Cruz.
Quiero permanecer siempre a tus pies, adorándote y recibiendo tu amor redentor.
Quiero llevar tu Cruz impresa
en mi corazón y en mis pensamientos.
Para poder llevar cualquier dificultad, con amor, como parte de tu cruz.
Desde este momento y para siempre declaro que te pertenezco a Tí, el Crucificado por amor.
Jesús crucificado, tómame como posesión tuya
y no permitas que me aparte en ningún momento de tu Santa Voluntad,
sino que, por el poder del Espíritu Santo, quede unido y consagrado a ella para siempre.
Amén
Corazón con corazón
Deja que me ponga sobre ti
Pon tus ojos en mis ojos,
Pon tu boca en mi boca,
Pon tus manos en mis manos,
Pon tu Corazón en mi corazón.
Contémplame en la Cruz,
acércate sin miedo, y sáciate de Amor,
porque te amo, Estoy aquí porque te amo,
te amo sin medida
Deja que mis heridas toquen tus heridas y quedarás sano
y quedarás sano. Serás capaz de perdonar.
Mis heridas son de amor,
deja que te toquen y revivirás.
ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Jesús, sabemos que eres misericordioso y que ofreciste tu Corazón por nosotros.
Está coronado de espinas y de nuestros pecados. Sabemos que nos suplicas constantemente para que no nos perdamos. Jesús, acuérdate de nosotros cuando estamos en pecado. Por medio de tu Corazón, haz que todos los hombres se amen. Que desaparezca el odio entre los hombres. Muéstranos tu amor. Todos te amamos y deseamos que nos protejas con tu Corazón de Pastor y nos liberes de todo pecado. ¡Jesús, entra en cada corazón! Llama, llama a la puerta de nuestro corazón. Sé paciente y no desistas nunca. Todavía estamos cerrados porque no hemos comprendido tu amor. Llama continuamente. Haz, oh buen Jesús, que te abramos nuestros corazones al menos en el momento en que recordamos tu pasión sufrida por nosotros. Amén.
ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
Oh Inmaculado Corazón de María, ardiente de bondad, muéstranos tu amor.
Que la llama de tu corazón, oh María, descienda sobre todos los hombres. Te amamos mucho. Imprime en nuestros corazones el verdadero amor para que tengamos un deseo continuo de ti. Oh María, humilde y mansa de corazón, acuérdate de nosotros cuando pecamos. Tú sabes que todos los hombres pecan. Danos, por medio de tu Corazón Inmaculado, la salud espiritual. Haz que siempre podamos mirar la bondad de tu Corazón maternal
y que nos convirtamos por medio de la llama de tu Corazón. Amén.
Dictado por la Virgen a Jelena Vasilj el 28 de noviembre de 1983.
ORACIÓN A LA MADRE DE LA BONDAD, EL AMOR Y LA MISERICORDIA
Oh Madre mía, Madre de la bondad, el amor y la misericordia, te amo infinitamente y me ofrezco a ti. Por medio de tu bondad, tu amor y tu gracia, sálvame.
Deseo ser tuya. Te amo infinitamente y deseo que me protejas. Desde lo más profundo de mi corazón te ruego, Madre de bondad, que me des tu bondad. Haz que por medio de ella yo alcance el Paraíso. Te ruego por tu amor infinito que me concedas las gracias para que yo pueda amar a todos los hombres, como tú has amado a Jesucristo. Te ruego que me des la gracia de ser misericordiosa contigo. Me ofrezco totalmente a ti y deseo que sigas cada uno de mis pasos. Porque tú estás llena de gracia. Y deseo no olvidarlo nunca. Y si por casualidad perdiera la gracia, te ruego que me la devuelvas. Amén.
Ofrecimiento del día
Ven Espíritu Santo, inflama nuestros corazones en las ansias redentoras del Corazón de Cristo.
Para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él por la Redención del mundo.
Señor mío y Dios mío Jesucristo,
por el Corazón Inmaculado de María,
me consagro a tu corazón,
y me ofrezco contigo al Padre en tu santo sacrificio del altar,
con mi oración y mi trabajo,
sufrimientos y alegrías de hoy,
en reparación por nuestros pecados
y para que venga a nosotros tu reino.
Te pido en especial:
Por el Papa y sus intenciones
por nuestros obispo y sus intenciones
por nuestro párroco y sus intenciones.
Oh señora mía, oh madre mía,
yo me ofrezco enteramente a ti.
En prueba de mi filial afecto
te consagro en este día,
mis ojos, mis oídos,
mi lengua, mi corazón,
en una palabra: todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo,
oh madre de bondad,
guárdame y defiéndeme como cosa
y posesión tuya.Amén.Amén
SÚPLICA A DIOS
«Oh Dios, nuestro corazón está sumido en la más profunda oscuridad; sin embargo, está unido a Tu Corazón. Nuestro corazón se debate entre Ti y Satanás; ¡no permitas que sea así! Y cada vez que el corazón se encuentre dividido entre el bien y el mal, que sea iluminado por Tu luz y se unifique. No permitas jamás que haya dos amores dentro de nosotros, que coexistan dos creencias y que convivan entre nosotros la mentira y la sinceridad, el amor y el odio, la honestidad y la deshonestidad, la humildad y la soberbia. Ayúdanos, en cambio, a que nuestro corazón se eleve hacia Ti como el de un niño, haz que nuestro corazón sea cautivado por la paz y que siga añorándola siempre. Haz que Tu santa voluntad y Tu amor encuentren morada en nosotros, que al menos algunas veces deseemos realmente ser hijos Tuyos. Y cuando, Señor, no deseemos ser hijos tuyos, acuérdate de nuestros deseos pasados y ayúdanos a recibirte de nuevo. Te abrimos nuestros corazones para que en ellos more tu santo amor; te abrimos nuestras almas para que sean tocadas por tu santa misericordia, que nos ayudará a ver claramente todos nuestros pecados y nos hará comprender que lo que nos hace impuros es el pecado. Dios, deseamos ser tus hijos, humildes y devotos hasta el punto de convertirnos en hijos sinceros y queridos, tal y como solo el Padre podría desear que fuéramos. Ayúdanos, Jesús, nuestro hermano, a obtener el perdón del Padre y ayúdanos a ser buenos con Él. Ayúdanos, Jesús, a comprender bien lo que Dios nos da, porque a veces renunciamos a hacer una buena acción por considerarla mala».
Después de la oración, recitar tres veces el Gloria al Padre.
