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La archidiócesis de Tánger abre la Causa de beatificación del misionero español José María Lerchundi

Foto del escritor: Fray DinoFray Dino

Enero 2025.

El arzobispo de Tánger, Emilio Rocha Grande, ha anunciado oficialmente el inicio de la Causa de Beatificación y Canonización del Siervo de Dios Padre José María Lerchundi, un paso clave hacia el reconocimiento de la santidad de este franciscano vasco que dedicó su vida a Marruecos.


El anuncio se realizó mediante un edicto en el que se detalla la determinación de promover esta causa, la cual cuenta ya con el respaldo de la Conferencia Episcopal de la Región del Norte de África (CERNA) y el nulla obsta del Dicasterio para las Causas de los Santos.

La Primera Sesión de la Causa tuvo lugar el pasado domingo 19 de enero, en la Catedral de la Inmaculada Concepción y el Espíritu Santo de Tánger con una Misa. Este acto público reunió al Tribunal Eclesiástico, teólogos y miembros de la Comisión Histórica encargados de examinar la vida, virtudes y obra del Padre Lerchundi.

En el edicto, Fr. Emilio Rocha invita a quienes posean documentos, recuerdos o escritos relacionados con el Siervo de Dios a contribuir con la causa.

Vida y legado del P. Lerchundi


Nacido en Orio (Guipúzcoa) el 24 de febrero de 1836, José María Lerchundi ingresó en la orden franciscana en 1856. En 1862 llegó a Marruecos como misionero apostólico y dedicó más de 30 años a la labor evangelizadora y social en este país. Su legado incluye la fundación de escuelas, la imprenta hispano-arábiga de Tánger, el barrio de “Casas Baratas” y el Hospital Español, además de su destacada labor diplomática como experto arabista.

El P. Lerchundi también fundó el Colegio de Nuestra Señora de Regla en Chipiona (Cádiz), destinado a formar a franciscanos para misiones en Tierra Santa y Marruecos.


Un misionero ejemplar

Fr. Emilio Rocha describió al P. Lerchundi como “el misionero más egregio que tuvo la Misión desde su restauración en 1859”. Su vida y obra representan un modelo de entrega al servicio de la fe y el diálogo intercultural.

El proceso de beatificación abre ahora una nueva etapa en la historia de este insigne misionero, cuya influencia perdura tanto en Marruecos como en España.

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