Blanco, Francisco. San Francisco Blanco. O Tameirón (Orense), 18.IX.1570 – Nagasaki (Japón), 5.II.1597. Misionero franciscano (OFM), mártir y santo.
Nació Francisco Blanco en el seno de una familia de cierta prosapia en O Tameirón (provincia y diócesis de Orense) el 18 de septiembre de 1570. En el colegio que los jesuitas establecieron en la villa de Monterrei (Orense) comenzó sus estudios hacia 1580, que continuó más tarde en la Universidad de Salamanca.
En nuestra parroquia está representado en la vidriera derecha del crucero. Por eso celebraremos Memoria de este hermano Mártír y vestiremos la iglesia de color rojo
En esta ciudad pidió el ingreso en el convento franciscano hacia el año 1587. Hizo el noviciado en el convento de Villalpando, y después de su profesión regresó a Salamanca para continuar su formación teológica.
Por razones de salud fue destinado al convento franciscano de Pontevedra. Atribuyó su recuperación a la intercesión de un fraile venerado en aquel convento como santo, fray Juan de Navarrete. Esto le permitió ofrecerse como voluntario para con otros frailes de la provincia franciscana de Santiago ir como misionero a Extremo Oriente. Desde Sevilla partirá el 9 de enero de 1593 en la armada conducida por el general Marcos de Aramburu. El 19 de agosto arribaron a las costas de México, donde se ordenó sacerdote en los últimos meses de 1593.
A mediados de enero de 1594 desde Acapulco partieron los misioneros hacia Filipinas arribando a Manila a finales de abril. Allí continúa su formación teológica teniendo como maestro a fray Martín de la Ascensión, residiendo en el convento de Manila como primer destino en Asia. Siempre deseoso de dedicarse a tareas misionales finalmente los superiores le enviarán con su maestro fray Martín a Japón donde llegarán a finales de junio de 1596. Se dirigen a Meaco para ponerse bajo la obediencia del comisario de aquellas islas, fray Pedro Bautista. Una crónica de aquel tiempo afirma de él que “en todas las necesidades sabía ser padre y discreto médico para las necesidades del prójimo”. Durante esta estancia en Meaco estudia la lengua japonesa.
Tras una época de tolerancia las tensiones políticas y religiosas surgidas en aquel país desencadenaron una persecución contra los cristianos; concretamente el 8 de diciembre de 1596 Taykopsama decretó el comienzo de la persecución, siendo detenidos el día 9 los religiosos de los conventos de Meaco y Oxaca, entre ellos Francisco.
El 8 de enero de 1597 fueron condenados a morir crucificados por su condición de cristianos. El 5 de febrero de 1597, sobre la colina Tateyama de Nagasaki fueron crucificados y alanceados veintiséis misioneros jesuitas y franciscanos con varios laicos, entre los que figuraba Francisco Blanco.
Fueron beatificados el 19 de julio de 1627 por Urbano VIII y Pío IX los canonizó el 8 de junio de 1862.
Su culto es vivo en la Orden franciscana y en el obispado de Ourense, existiendo imágenes suyas, con el hábito franciscano, crucificado y con dos lanzas por los costados, en la catedral, y en el santuario de Os Milagros, en O Tameirón, entre otras iglesias. En el pueblo de Outarelo (Valedoras, diócesis de Astorga) se venera su cabeza, y los huesos de una mano, siendo objeto de gran devoción popular.
En la tercera Orden de Viveiro también conservan algunas reliquias suyas, como una sandalia.
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