La Eucaristía: Esto es lo que creemos, esto es lo que celebramos, en todo tiempos. Catequesis de formación en la parroquia.
- Fray Dino
- hace 1 día
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Este artículo no quiere ser un ensayo ni un artículo de autoridad. Es tan sólo una explicación interna para ayudar a nuestra gente a vivir la eucaristía y comprenderla, respondiendo a dudas concretas planteadas en el día a día. Y cuidar cada gesto para ser unos testimonio para los otros.
PARTES DE LA MISA:
En el santuario hay tres lugares clave para la celebración de la eucaristía:
1.-el primero es el altar, la mesa del sacrificio,
2.-el segundo es la cátedra, la Silla desde donde el sacerdote comienza la celebración y la concluye y dice las oraciones más importantes del principio y del final y
3.-la tercera parte importante es el ambón que es desde donde se proclama la palabra de Dios
4.-el Sagrario durante la celebración de la santa misa ocupa un lugar menos relevante No es que no sea importante sino durante la celebración de la misa ocupa un lugar menos relevante
Sobre el altar hay un mantel,
El mantel es más que decoración o limpieza. Busca resaltar lo que va a ocurrir sobre él y significa el sudario que cubrió el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo: Por eso el sacerdote, al empezar la misa, besa el altar:
1: Los altares solían guardan, dentro en un hueco, reliquias de santos o mártires. Los primeros cristianos celebraban la misa sobre los las tumbas de los mártires porque ellos habían derramado la sangre por Cristo nuestro Señor;
2: esta mesa, altar, ha sido consagrada por el obispo el día de la dedicación de esta iglesia con el crisma que ha sido consagrado el jueves Santo anterior.
Por eso, cuando una iglesia se cierra, y ya no se va a usar más ese lugar, el altar hay que demolerlo, partirlo en pedacitos y hacerlo desaparecer.
La Cantidad de velas, después de la Reforma liturgia litúrgica del Concilio Vaticano II, ha pasado a ser menos relevante. La Iglesia regula el número de velas sobre el altar según el grado de la celebración, y lo establece la Instrucción General del Misal Romano (IGMR), n. 117.
Las velas deben estar encendidas durante toda la celebración.
· Pueden colocarse sobre el altar o cerca de él, según el espacio litúrgico.
· Deben expresar la dignidad y solemnidad del sacrificio eucarístico, no ser simplemente decorativas.
GENUFLEXIÓN:
Cada vez que entramos en una iglesia hacemos una genuflexión hacia el sagrario, una pierna al suelo, en reverencia y reconocimiento de que Jesucristo está realmente presente. Al entrar y al salir, no en cada momento. Aunque, si en medio de la liturgia hemos de pasar frente al altar, podemos hacer una leve inclinación de cabeza hacia el altar.
Cuando pasamos de un lugar a otro durante la misa no hacemos genuflexión al santísimo sino veneración al altar que es el lugar del sacrificio.
Vestiduras litúrgicas
AMITO: un uso práctico es cuidar de que no se ensucie el alba que es blanca y se oscurezca con el sudor.
Pero además representa la Súplica del sacerdote a Dios para que le libre de los ataques del enemigo. Entonces es conocido como el escudo, por eso tiene una cruz
ALBA: representa la pureza que el sacerdote debe tener para celebrar la misa. Vosotros debéis exigirle, cuidarle, advertirle, aconsejarle, arroparle, … para que tenga un corazón puro, que haga penitencia y que rece, porque vosotros sois su tripulación y queréis llegar al cielo, no sea que el capitán tome mal camino.
CINGULO: representa la castidad, es el sacerdote amarrado a Cristo, sostenido a él.
1. Pureza y dominio de sí: El cíngulo representa la castidad y el autocontrol. Cuando el sacerdote lo ciñe, está expresando su deseo de vivir con cuerpo y alma puros y una vida entregada totalmente a Dios.El cíngulo expresa la disposición interior de servicio, vigilancia y sobriedad: “Ceñid vuestros lomos con la verdad…” (Efesios 6,14) “Cíñeme, Señor, con el cíngulo de la pureza y apaga en mis lomos el fuego de la concupiscencia, para que permanezca en mí la virtud de la castidad.”
2. Disponibilidad al servicio: Ceñirse es signo de estar listo para actuar. Así como Jesús “se ciñó con una toalla” para lavar los pies (Jn 13,4), el cíngulo recuerda que el sacerdote está llamado a servir.
ESTOLA: se coloca rodeando el cuello, los diáconos le llevan atravesada de un lado a otro, la besamos al empezar a revestirnos: representa el poder sacerdotal, actuar in persona Christi.
CASULLA: La palabra casulla viene del latín casula, que significa “pequeña casa” o “cabaña” “Señor, que yo lleve con alegría el yugo de tu amor.”La casulla es el peso de la iglesia, está cargando con la iglesia, Como el buen pastor carga sobre sus hombros las ovejas. Y por ellas ofrece este sacrificio.
LECCONARIOS Y RITUALES:
Los leccionarios nos dan las lecturas ya ordenadas para cada tiempo y cada día:
I-A (antes I-A): domingos y fiestas del Señor año A. 2026
I-B (antes II-B): domingos y fiestas del Señor año B. 2027
I-C (antes III-C): domingos y fiestas del Señor año C. 2025
II (antes VII): ferias de Adviento, Navidad, Cuaresma y Tiempo pascual
III-par (antes IV): ferias del Tiempo Ordinario de los años pares
III-impar (antes IV): ferias del Tiempo Ordinario de los años impares
IV (antes V): Propio de los santos y Misas comunes / V (antes VIII): Misas rituales y Misas de difuntos
VI (antes VI): Misas por diversas necesidades y Misas votivas / VII (antes IX): Misas con niños.
Y contamos con un CALENDARIO LITURGICO, franciscano en nuestro caso, que te dice qué santo celebramos cada día, si es memoria, fiesta o solemnidad, etc, y de qué color viste la iglesia cada día.
Y tenemos el Misal y los rituales para cada sacramento.
Y el libro bendicional.
Ritos Iniciales. Todos en pie.
Procesión:
el sacerdote puede venir acompañado de monaguillos , acólitos que pueden llevar dos velas, una cruz, u otros sacerdotes.
Delante va la cruz: a quién seguimos. El sacerdote va de último,
Hacemos una genuflexión al sagrario, pues aún no he empezado la misa.
La misa es un resumen del Triduo Pascual, es en compacto el jueves, viernes y domingo de resurrección.
Es una celebración comunitaria, una celebración de la comunidad, de la iglesia, es una reunión de todos los cristianos, de toda la familia, pero no es una reunión entre nosotros para encontrarnos, ni ha de estar en función de quién viene, quién falta, qué dice o hace el sacerdote, si cantan bien o no, etc… Aquí no venimos por cómo me voy a sentir sino a darle culto a Él que es Dios
Tras la genuflexión, el sacerdote da la vuelta al altar, sube al altar y lo besa
Comienza normalmente la misa en la sede.
CANTO DE ENTRADA: Mientras tanto hay un canto: es un canto de preparación para lo que va a ocurrir, ha de anunciar el sacrificio de Cristo, hablar del misterio de Cristo.
El sacerdote comienza en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu santo
y dice: “La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo esté con todos vosotros’.
Todos responden: ‘y con tu Espíritu’ Es un saludo muy antiguo que usaba San Pablo al escribir cartas para sus comunidades: ‘El Señor esté con vosotros’
Pausa para el Reconocimiento de nuestro propio pecado
PERDÓN: ARENA vs Riquezas y afanes
No nos podemos acercar a Dios si no tenemos un corazón contrito: ‘Un corazón contrito y humillado tú no lo desprecias señor’ dice la palabra. Pedimos perdón a Dios por el pecado que hemos cometido
Acto de contrición: ‘hermanos, antes de celebrar estos sagrados misterios reconozcamos nuestros pecados’ Hacemos una pausaaaaaaaaaaaaaaaaaaa y recordamos los pecados
Es enfocarse en este momento que vamos a comenzar la misa: ‘Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante vosotros hermanos…
Termina el sacerdote con una absolución y aquí quedan absueltos todos los pecados veniales: “Dios Todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén’
Canto: Señor ten piedad Señor ten piedad Cristo ten piedad Señor ten piedad
es la única oración que se puede decir en griego durante la misa: kyrie eleison
GLORIA: si es misa de domingo o solemnidad se canta el Gloria. (excepto en Adviento y Cuaresma
·(Himno compuesto en griego entre los siglos II y IV, posiblemente en el ámbito de la Iglesia oriental (Bizancio o Alejandría).· Era parte de las oraciones de la mañana (como un salmo de alabanza) antes de pasar a la liturgia eucarística.· Traducido al latín y adoptado en la liturgia romana en el siglo VI.
ORACIÓN COLECTA: distinta en cada misa, salvo en tiempo ordinario que se repite toda la semana la misma oración del domingo anterior.
Esta oración recoge la oración de todo el pueblo presente y de los que se encomiendan.
Terminamos los ritos iniciales y nos sentamos
Liturgia de la Palabra
Postura: SENTADOS (excepto Evangelio y aclamación)
Primera Lectura (Antiguo Testamento): Dios nos habla a través de la historia de la salvación.
Salmo responsorial: LEALO persona distinta a quien lee la lectura.
Segunda Lectura (Nuevo Testamento): Generalmente, una carta apostólica.
Aclamación al Evangelio: Nos ponemos de pie. Cantamos "Aleluya" o una aclamación propia.
Nos levantamos al cantar Aleluya.
Si no cantamos el aleluya, es mejor decir una sola vez la palabra ALELUYA, antes y después del versículo, anterior al evangelio.
Evangelio: Escuchamos las palabras y vida de Jesús.
Homilía: Sentados. El sacerdote explica la Palabra y cómo vivirla hoy.
Credo: De pie. Profesamos nuestra fe.
Oración de los fieles: Presentamos nuestras peticiones.
Quien viene a misa todos los domingos durante años habrá leído lo más importante de todos los evangelios y de todas las sagradas escrituras. Las lecturas exponen la historia de la salvación.
***Hablar de la Veneración de San Francisco a la palabra de Dios, tanto como al santísimo cuerpo de Cristo, (y también a los sacerdotes): Es misión de todos procurarle un lugar tal, que quien la vea en lugar tan digno, sepa que es palabra de Dios.
El Poder Transformador de la Palabra
La fuerza de las palabras: las palabras, especialmente cuando provienen de una autoridad o de alguien con gran poder transformador, pueden cambiar la realidad. Se utilizan ejemplos cotidianos –como las órdenes de un policía o las decisiones de un árbitro– para ilustrar este poder.
Jesús: La Palabra Hecha Carne: Se subraya la idea central de la fe católica: Jesús no es solo un maestro, sino la Palabra de Dios hecha carne. Esto significa que sus palabras no son meras metáforas, sino que tienen la capacidad de transformar la existencia, dando vida y perdón.
Aplicación en la Misa: Cuando el sacerdote consagra el pan y el vino, actúa en la persona de Cristo, y sus palabras poseen el mismo poder transformador que las de Jesús, convirtiendo los elementos en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Homilía
Ha de ser una aplicación de la palabra de Dios a la vida de los fieles. A mí gusta buscar la relación que une a las 3 lecturas, algo de las que hablan las tres, para destacar ese mensaje en homilías diarias de un minuto o de una idea central y única. La homilía debe instar a los fieles a amar y confiar + al Señor y a vivir más santamente.
Terminada la homilía el sacerdote vuelve a la sede y deja un breve silencio, Se llama silencio litúrgico.
Tras la pausa, el sacerdote inicia el CREDO
Al iniciar el CREDO, todos nos ponemos EN PIE.
el Credo se reza en la solemnidades y en los domingos
el Credo es la profesión de nuestra fe.
Hay dos versiones del credo:
✨ 1. Credo Niceno-Constantinopolitano: Proviene de Nicea (325) y Constantinopla (381).
Profundiza especialmente en: La divinidad de Cristo, El Espíritu Santo, La Iglesia y los sacramentos. Utiliza expresiones como:
“Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero...”
“Engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre”
“Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica…”
✨ 2. Credo Apostólico: Es más antiguo en forma, pero más breve.
Se le atribuye a la tradición de los apóstoles.
Más sencillo y narrativo:
“Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato…”
Menciona el descenso de Cristo a los infiernos (algo que el otro no dice directamente).
No incluye el desarrollo teológico del Espíritu Santo o la Iglesia como el Niceno.
Nos inclinamos en el credo
Pone el misal, en las letritas en rojo es que en el credo hay que inclinarse cuando se dice: “Y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María la virgen y se hizo hombre” tenemos que inclinar un poquito la cabeza un signo de veneración hacia el misterio de la encarnación.
Oración de los fieles. Estamos todo en Pie.
Cuando se da la palabra es bueno pensar priemro en la comunidad, en los que a mi lado están esperando de Dios su misericordia, antes que en las necesidades propias, de modo que todos recemos por los demás, y los demás por nosotros. Porque la misa no es un asunto individual sino una celebración de la iglesia.
Liturgia Eucarística
Presentación de ofrendas.
el sacerdote se sienta y los monaguillos y los diáconos preparan el altar
Este es el mismo sacrificio que ocurrió en la última cena y en el calvario, Solamente que aquel se le llama sacrificio cruento porque hubo herramienta de sangre y a este ‘sacrificio incruento’ porque no hay derramamiento de sangre pero es el mismo sacrificio.
Corporal: el pequeño pañito o mantel donde vamos a celebrar el sacrificio. Para proteger el cuerpo de Xto.
Colocamos el corporal sobre el ara, en su centro.
Palia: es un cobertor para el cáliz donde vamos a tener eventualmente la sangre de Cristo y queremos que esté protegido de cualquier basurita o animalito que pueda haber
Patena: recipiente que contendrá el Cuerpo de Xto. Recuerda la piedra que cubrió y protegió el sepulcro de Cristo.
Purificador: es un pañito, parecido a una servilleta, servirá para limpiar todos los vasos sagrados, también los dedos de quienes manejan la comunión, y dejar todo listo para la siguiente misa.
Cáliz. Nno vale cualquier copa, ha de ser un vaso sagrado, recubierto de metal al interior,
el vino es vino puro de uva, con muy poquito alcohol. Y se vierte también un poco agua.
El agua significa:
Los primeros cristianos ya lo hacían porque Jesucristo lo hizo, porque el vino utilizado para la cena judía era un vino espeso, una especie de gelatina, entonces para diluir el vino los judíos antiguos le echaban agua. Ahora se ha convertido en un recuerdo de la Unión de Cristo a nuestra humanidad.
Hay una oración que después el sacerdote dice en las misas de diario, que puede decirla en bajo si hay un canto: “Bendito sea Dios, Señor del universo, por este pan, fruto de la tierra y el trabajo del hombre” y también “…por este vino, fruto de la vid..”
Luego el sacerdote, en secreto, reza: “Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde, que este sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro”. mientras se inclina. Y a continuación el: “ Orad, hermanos, para que este sacrificio…”
EL PUEBLO ya se ha puesto EN PIE para responder: “El Señor reciba de tus manos este sacrificio para alabanza y gloria de su nombre…”
PREFACIO
El Prefacio afina el alma, para que el fiel entre plenamente en el gran momento de la Consagración.
El prefacio de un libro es lo que alguien escribe para introducir el libro
Aquí es lo mismo es una oración que cambia en cada misa que prepara a lo que va a ocurrir, Prepara el corazón para la Plegaria Eucarística. En un contexto de AGRADECIMIENTO “Demos gracias al Señor” pues es justo y necesario: Es una acción de gracias solemne y contextualizada, según el tiempo litúrgico o la fiesta. En Cuaresma: se agradece a Dios por la conversión y el perdón. / En Pascua: se alaba la victoria de Cristo sobre la muerte. / En una fiesta mariana: se bendice a Dios por las maravillas obradas en María. etc.
SANTO:
El santo se dan cuenta que decimos Santo Santo Santo es el señor tres veces santo
Porque los hebreos no tenían una palabra para decir que algo estaba superlativo
sino que ellos no podían decir sino tres veces para decir que algo era bonito decían bonito bonito bonito entonces para decir que Dios era santísimo decía el santo santo santo
DE RODILLAS DESPUÉS DEL SANTO:
e inmediatamente todos de rodillas
Porque empezamos la plegaria eucarística: es la oración propiamente de consagración
Hay cuatro tipos de plegarias eucarísticas:
1ª: La primera se llama Canon Romano, menciona seis mujeres y seis hombres, apóstoles y mártires, esposas vírgenes o viudas y padres de la Iglesia.
Cuándo usarla: Días solemnes (Navidad, Pascua, santos importantes).Cuando se quiere dar un tono tradicional y venerable a la Misa.
Sabor teológico: Muy arraigada en la Iglesia romana primitiva.
Destaca la ofrenda pura, como sacrificio.
2ª La segunda plegaria es la más antigua de todas ha sido reducida en los últimos años.
Características: La más breve de todas. Inspirada en la Tradición Apostólica de san Hipólito (siglo III).
Cuándo usarla: Misas diarias o feriales, cuando se necesita brevedad. En Misas con poca participación
Sabor teológico: Muy centrada en la acción del Espíritu Santo.
3ª: La tercera se usa en domingos y fiestas, como alternativa al Canon Romano.
Sabor teológico: Destaca la ofrenda de la Iglesia unida a Cristo.Subraya la santidad del pueblo de Dios.
4ª: La cuarta: Tiene un prefacio propio e inseparable, que hace un resumen de la historia de la salvación. Es la más catequética por narrativa. Rica en contenido doctrinal, pero no adaptable (no permite santos opcionales, por ejemplo).
Cuándo usarla: En celebraciones formativas o catequéticas. Cuando se quiere resaltar el plan salvador de Dios en la historia.
Sabor teológico: Muy bíblica y patrística. +Subraya la alianza de Dios con la humanidad.
Nombres y Momentos de la Plegaria Eucarística:
El único que extiende las manos es el sacerdote, no extienden las manos los fieles, no es esto una asamblea de oración y alabanza. Es el sacerdote quien implora la venida del Espíritu Santo, en nombre de la comunidad cristiana.
Porque el sacerdote –sacerdos- es puente. 👉 sacer = sagrado + dos (de dare) = dar, ofrecer
🔁 Literalmente: Sacerdote: “El que da (o entrega) cosas sagradas”, “El que se entrega a lo sagrado”
1. Epíclesis (del griego ἐπίκλησις, “invocación”). NOS ARRODILLAMOS
Es la invocación del Espíritu Santo, para que descienda y transforme:
Primero, el pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo.
Luego, a los fieles, para que formen un solo cuerpo en Cristo.
“Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad, por eso te pedimos que Santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu…” La Misa no es “recitar” palabras: es obra del Espíritu Santo. ¡Sin Él no hay transubstanciación ni comunión auténtica!
en este momento el sacerdote pone las manos sobre el cáliz
La epíclesis es el momento en el que el sacerdote implora el descenso del Espíritu Santo y unas campanas [Música] las campanas suenan para recordarnos a todos que el Espíritu Santo desciende sobre las especies del pan y del vino
2. Consagración
Y ahora empieza la narración de la última cena esto es precioso
Esto es pura narración de lo que ocurrió el día de la última cena, palabras de Jesucristo el señor, que solamente puede decir el sacerdote en la misa
Dentro de la NARRACIÓN están las palabras que dijo Jesús, y que ejecutan la transformación de las especies. Es el momento central en que el sacerdote, actuando in persona Christi, pronuncia las palabras de Jesús en la Última Cena, y el pan y el vino se convierten verdaderamente en su Cuerpo y Sangre.
“Tomad y comed todos de él…”, “Tomad y bebed…”
es Cristo quien se ofrece realmente al Padre.
Reafirmación de la Fe Eucarística: La transformación de la sustancia del pan y del vino es la base de la creencia católica en la Real Presencia. Esta doctrina se sustenta en el poder divino de la palabra, que no solo describe la realidad, sino que la crea y la transforma.
A través de esas palabras aquello deja de ser el pan y vino y se convierte en el cuerpo y la sangre de Cristo
En este momento el sacerdote toma el pan en sus manos, se inclina porque es pecador, el sacerdote trata de ser lo más puro que puede pero ha de inclinarse porque no lo es.
Usa la palia para tapar el cáliz por si hay alguna cosita por allí y luego termina diciendo: ‘Haced esto en CONMEMORACIÓN mía” (palabras de Jesús)
· cuando termina la consagración que es justo después de que se consagra el cáliz, fíjate que después de la consagración, el sacerdote se arrodilla pues conviene levantarse junto con él para poder decir en pie la aclamación que viene justo después de la consagración del cáliz.
· y dice ‘este es el sacramento de nuestra fe’ y nosotros ya en pie respondemos lo que viene en este momento : ‘anunciamos tu muerte y proclamamos tu resurrección ven señor Jesús’
Al levantarse el sacerdote, tras la consagración del cáliz, SE LEVANTA TBIEN EL PUEBLO:
, Hay tres respuestas: Este es el Sacramento de nuestra fe
Podemos responder: “Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, Ven Señor Jesús”.
o también: “Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas”
o : “Sálvanos, Salvador del mundo, Tú que nos has liberado por tu cruz y resurrección”
y luego sigue la narración.
(((Santo Tomás utiliza las categorías filosóficas de Aristóteles, especialmente dos conceptos clave:
1. Sustancia:
👉 Es lo que una cosa es en sí misma.Ejemplo: un pan es pan por su sustancia de pan.
2. Accidentes:
👉 Son las cualidades externas que una cosa tiene: color, forma, sabor, peso…Ejemplo: el pan es blanco, tiene forma redonda, sabe a trigo.
✝️ ¿Qué pasa en la consagración según Santo Tomás?
En el momento de la consagración:
La sustancia del pan y del vino se transforma➡️en la sustancia del Cuerpo y Sangre de Cristo.
Los accidentes permanecen➡️ el pan parece pan, el vino parece vino, pero ya no lo son.))))
3. Anámnesis. (del griego ἀνάμνησις, “memoria”)
Es el momento en que la Iglesia recuerda y proclama el misterio de la Pasión, Muerte, Resurrección y Ascensión de Cristo: “Así pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo...”
No es un simple recuerdo: es actualización sacramental. ¡Lo que ocurrió en el Calvario se hace presente aquí y ahora, sin repetirse, pero sí haciéndose real!
Y ahora vienen unas peticiones, que pedimos por la unidad de la iglesia, por la iglesia extendida por toda la tierra, pedimos por el papa, por los obispos, por los pastores, y si es una misa de matrimonio o una misa de difunto o de Primera Comunión o de confirmación aquí se pueden incluir en una oración especial añadida que existe ya establecida. Luego se recuerda a la Virgen, a los santos y a todos nosotros, a nuestros padres San Francisco y Sta Clara en nuestro caso, los que han hecho la voluntad de Dios básicamente
Difuntos.
A veces el sacerdote nombra a un difunto, pero todos en ese momento podemos nombrar, interiormente, a nuestros difuntos.
4. Doxología final
La plegaria eucarística termina con la doxología final.
Es la aclamación final de alabanza a la Trinidad, que concluye la Plegaria Eucarística: “Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria…”
Y el pueblo responde con un “¡Amén!” que debe sonar como si dijeras: “¡Sí, Señor! ¡Creo y me uno a este sacrificio!”
Es como el estallido de fe y gloria: todo lo que se ha orado se entrega al Padre, por Cristo, en el Espíritu Santo. ¡Pura Trinidad en acción!
Padre nuestro
Introducción al Padre Nuestro: fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su Divina de enseñanza nos atrevemos a decir.
No es el momento de tener las manos elevadas porque quien eleva las manos es el sacerdote
Viene ahora una oración que dice: “Líbranos de todos los males, Señor
Tras la cual contestamos: “Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor”.
PAZ.
La Paz no es un saludo a los amigos que hace tiempo que no veo.
Es un signo de mi Reconciliación y entrega a la comunidad. Una Reconciliación con todos mis hermanos y hermanas. Entonces la paz se la doy al que tengo al lado al otro lado al frente y atrás y nada más
No es el momento de buscar a toda tu familia.
El sacerdote no debe salir del altar.
Rito de la comunión
Terminada la paz el sacerdote hace una cosa bonita: Toma el pan, que ya no es pan, sino el Santísimo Cuerpo de Jesucristo, en sus manos, mientras se canta: Cordero de Dios que quita el pecado del mundo .recordando al cordero que sacrificaban los judíos, creyendo ellos que servía para la remisión de los pecados y la liberación de Israel. Aquí tenemos un Cordero que paga todos nuestros pecados.
El sacerdote corta el pan-Cuerpo en dos y vierte un pedacito y lo coloca dentro de la Santísima sangre (Intinción) y dice: “El cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sean para nosotros alimento de vida eterna”. Porque el cuerpo y la sangre de Cristo son su alma su cuerpo su divinidad. Todo Cristo está contenido aquí. Enc ada trocito de cada particula o en cada gota del vino-sangre. Sea un pedacito minúsculo estoy recibiendo a todo Cristo.
El sacerdote en ese momento hace una oración en silencio: “ Señor Jesucristo, hijo del Dios vivo, que por voluntad del Padre, cooperando el espíritu santo, diste con tu muerte vida al mundo, líbrame…
El sacerdote, hace genuflexión, -todos inclinan la cabeza- toma el pan consagrado y , sosteniéndolo elevado sobre la patena o el caliz, dice hacia el pueblo: “Este es el cuerpo de Cristo que quita el pecado del mundo dichosos los invitados a la cena del señor”
Y todos con el corazón compungido: “Señor, yo no soy digno, …”
MINISTROS DE LA COMUNIÓN.
Si es misa muy concurrida distribuirán la Sagrada comunión otros ministros extraordinarios de la comunión, personas que han sido entrenadas para tal fin y tienen un encargo de parte del obispo por cinco años y solo para la parroquia que lo ha pedido, con unas condiciones que debieron haber cumplido.
Los ministros han de estar ya en el altar en el momento del ‘Cordero de Dios’.
FORMAS DE COMULGAR:
EN LA MANO:
madre iglesia permite que el Sagrado Cuerpo de Cristo se reciba en la mano. Sin embargo, nos damos cuenta que hay riesgo de abusos o mala custodia de la Sagrada Comunión.
¿SABES QUE HA HABIDO TANTOS MÄRTIRES Y HAY TANTOS CRISTIANOS PERSEGUIDOS POR DEFENDER LA Dignidad de la sagrada Comunión?. Por este pan consagrado tantos han dado la vida.
Si vas a recibir en la mano, ubica la mano derecha bajo la mano izquierda, Tras recibirla llevala a la boca con tu mano derecha, sin salir de la presencia del ministro.
EN LA BOCA. La Iglesia siempre ha recomendado comulgar en la boca, como opción mejor, más respetuosa, frente a todo abuso o mal uso.
No te arrodilles ni bajes la cabeza en el mismo momento de la comunión, puedes hacerlo mientras está comulgando la persona anterior a ti- para evitar confundir al sacerdote y no gastar tiempo en ese momento.
Agradezco que haya un canto más largo que el tiempo de purificar los vasos sagrados e incluso que permita al sacerdote sentarse un minuto para dar a la comunidad tiempo y ambiente de oración y agradecimiento a Dios. Y para ahorrar al sacerdote el pánico escénico de que todos levanten la mirada al acabar el canto y estés aún purificando.
Ha de haber un silencio sagrado y de agradecimiento, después de haber comulgado, después de la peregrinación para recibir al Señor.
Ritos de Conclusión
La misa termina cuando el sacerdote dice: “Podéis ir en paz”
Agradezco siempre terminar con un canto a María.
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UN POCO DE HISTORIA:
Los Padres de la Iglesia (Siglos I–V): Citas de San Ignacio, San Justino, Orígenes, Gregorio de Nisa y Juan Crisóstomo muestran que desde el inicio la Iglesia afirmaba sin ambigüedad la presencia real de Cristo en la Eucaristía.
El Debate Medieval y Berengarius de Tours (Siglo XI):
Visión Simbólica de Berengarius:
Propone que el “cuerpo” eucarístico es solo un símbolo o figura del cuerpo celestial de Jesús, apoyándose en la idea de que ahora no conocemos a Jesús “según la carne”.
Oposición y Resolución:
Figuras como Lanfranc de Bec y posteriores concilios (en 1059) rechazan esta visión y hacen que Berengarius reniegue, afirmando que, tras la consagración, el pan y el vino se transforman en el cuerpo y sangre reales de Cristo.
Santo Tomás de Aquino (Siglo XIII):
Devoción Personal y Teología Profunda: Se destaca la intensa relación personal de Tomás con la Eucaristía (celebrando dos Misas diarias) y su contribución teológica a través del concepto de transubstanciación.
Alimentum Spirituale:
Aquino describe la Eucaristía como alimento espiritual necesario para la vida del alma, similar a como el alimento físico es esencial para el cuerpo.
El Concilio de Trento (Siglo XVI):
Canones Definitorios: Se presentan dos canones clave que condenan la visión meramente simbólica y afirman que la sustancia del pan y del vino se transforma en el cuerpo y la sangre de Cristo (transubstanciación), sin que cambien sus accidentes (apariencias).
El Concilio Vaticano II y el Papa Pablo VI (Siglo XX):
Reafirmación Moderna: Durante la última sesión del Concilio y en documentos como la Mysterium Fidei, se reafirma la presencia real en la Eucaristía.
Niveles de Presencia:
Se explica que Cristo se manifiesta en distintos grados de intensidad en la Iglesia, siendo la presencia eucarística la más plena y “substancial”.
7 Errores Frecuentes en la Misa (Resumen)
+Llegar tarde. Error: Tratar la Misa como "cumplimiento", preguntando hasta qué momento puedes lelgar tarde para poder comulgar. /Reflexión: La Misa es centro y culmen de la vida cristiana Consejo: Llegar con tiempo para disponerse interiormente. Y leer las lecturas antes
+No apagar el móvil Error: Dejar el móvil encendido, generando distracción. O peor aún, que suene el teléfono y que uno conteste en vez de apagarlo y que la otra persona entienda que no es el momento.. Consejo: Apagarlo completamente
+Mociones cansinas o innecesarias. Reflexión: La liturgia no es una clase; los signos hablan por sí solos. Explicar demasiado rompe el misterio. Consejo: Hacer moniciones breves, bellas y que inviten al silencio y la participación activa.
+ Ofrendas raras. Error: Presentar en el ofertorio objetos sin sentido litúrgico (ej. Biblias, comida simbólica...).Consejo: Ofrecer pan, vino y, si se desea, gestos de caridad reales (alimentos para Cáritas,
+La paz como "recreo"
+ Cambiar las palabras litúrgicas: “Señor, no soy digna”. Reflexión: Las palabras son bíblicas y tradicionales (del centurión), y no se deben modificar arbitrariamente.
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El Discurso del Pan de Vida y la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía
El pasaje del capítulo 6 del Evangelio de Juan es fundamental para la teología eucarística de la Iglesia. Se trata de un discurso crucial donde Jesús revela su identidad como el "Pan de Vida" y expone el misterio de la Eucaristía con un lenguaje fuerte y directo.
"Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo" (Jn 6, 51). Esta afirmación, aunque familiar para los cristianos de hoy, fue impactante y escandalosa para los judíos de la época.
El escándalo de la afirmación de Jesús
Los judíos reaccionaron con confusión y objeción: "¿Cómo puede este darnos a comer su carne?"
Para entender su reacción, debemos considerar la fuerte prohibición en la Ley judía contra el consumo de sangre, establecida en múltiples pasajes del Antiguo Testamento:
Génesis 9, 4: “No comerás carne con su vida, es decir, con su sangre.”
Levítico 3, 17: “Será un estatuto perpetuo: no comerás grasa ni sangre.”
Deuteronomio 12, 23: “Solo asegúrate de no comer la sangre, porque la sangre es la vida.”
En la mentalidad judía, la sangre representaba la vida y, por lo tanto, era exclusiva de Dios. Comer carne con sangre era un acto impuro y una falta grave contra la ley divina. Así que cuando Jesús dice que su carne debe ser comida y su sangre bebida, no solo les resulta repulsivo, sino también religiosamente inaceptable.
La reacción de Jesús ante la objeción
En lugar de suavizar su discurso o explicarlo en términos simbólicos, Jesús refuerza aún más su afirmación. Utiliza una estructura enfática en su enseñanza:
"Amén, amén, os digo: Si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros" (Jn 6, 53).
El término "Amén, amén" en el lenguaje de Jesús equivale a una afirmación solemne e irrefutable, lo que indica que está hablando con absoluta certeza y autoridad divina.
Además, en el texto griego original, Jesús cambia el verbo que usa para "comer":
"Phagein" → Comer de manera ordinaria (como los humanos).
"Trogein" → Masticar, roer, como lo hacen los animales.
En vez de suavizar su afirmación, Jesús la intensifica, dejando claro que habla en un sentido literal y no simbólico. La carne de Cristo debe ser comida realmente, y su sangre bebida literalmente.
La doctrina de la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía
Este pasaje es la base de la doctrina católica de la Presencia Real en la Eucaristía. En la tradición católica, la Eucaristía no es un mero símbolo ni un signo metafórico, sino que Cristo está real, verdadera y sustancialmente presente bajo las apariencias de pan y vino.
El Concilio Vaticano II reconoce varias formas en las que Cristo está presente:
En la Palabra proclamada.
En la comunidad reunida.
En el ministro que preside la liturgia.
En los pobres y necesitados.
Sin embargo, todas estas presencias son distintas de la Eucaristía, que tiene una presencia cualitativamente diferente y única. En la Eucaristía, Cristo mismo está presente en cuerpo, sangre, alma y divinidad.
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Santo Tomás de Aquino explicaba esta diferencia diciendo que:
En los demás sacramentos, está presente la “virtus Christi” (el poder de Cristo).
En la Eucaristía, está presente “ipse Christus” (Cristo mismo).
Por eso, mientras que el agua del bautismo o el óleo de la unción son signos del poder de Cristo, la Eucaristía es Cristo en sí mismo.
La diferencia entre el pan eucarístico y el pan común
Una objeción común a la doctrina de la Presencia Real es que, después de la consagración, el pan y el vino siguen pareciendo pan y vino. Entonces, ¿qué cambia realmente?
La Iglesia explica esta transformación en términos de "sustancia" y "apariencia":
Sustancia: La realidad más profunda de algo.
Apariencias: Lo que percibimos con los sentidos (forma, color, sabor).
En la Eucaristía, la sustancia del pan y del vino cambia en el Cuerpo y Sangre de Cristo, aunque las apariencias permanezcan iguales. Esta doctrina, llamada "Transubstanciación", enseña que:
Antes de la consagración: Pan y vino son pan y vino en su sustancia y apariencia.
Después de la consagración: La sustancia cambia al Cuerpo y Sangre de Cristo, pero las apariencias permanecen iguales.
San Josef Ratzinger (Benedicto XVI) explica que:
"Dios ha tomado estos elementos en la raíz de su ser y los ha transformado en portadores de su presencia."
La transformación no es empírica ni se puede detectar con un microscopio, porque no es un cambio químico o físico, sino ontológico y espiritual.
El poder de la Palabra de Dios
En la Biblia, la Palabra de Dios tiene un poder creativo y transformador. Dios no solo describe la realidad, sino que la crea con su Palabra.
En Génesis, Dios dice:
"Hágase la luz", y la luz aparece.
Jesús, como Dios encarnado, tiene este mismo poder. Cuando Él dice:
"Esto es mi cuerpo",el pan se convierte en su Cuerpo, porque su Palabra tiene el poder de hacer que las cosas sean lo que Él dice.
Conclusión: La centralidad de la Eucaristía
Este pasaje de Juan 6 es el punto culminante del discurso eucarístico y la base de la enseñanza de la Iglesia sobre la Eucaristía. Por eso:
No es un simple símbolo.
No es solo un recuerdo.
Es la presencia viva y real de Cristo.
San Juan Pablo II decía en su encíclica Ecclesia de Eucharistia:
"La Iglesia nace de la Eucaristía."
La Eucaristía no es un sacramento más entre otros, sino el centro mismo de la fe cristiana. No podemos reducirla a una simple opción personal o a una devoción secundaria. Sin la Eucaristía, no hay verdadera vida cristiana.
Por eso, las palabras de Jesús en Juan 6 son tan radicales:
"Si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros."
La Eucaristía es el alimento divino que nos une a Cristo y nos da vida eterna. Es el mayor don que Dios ha dado a su Iglesia.
Conclusión
El discurso, enmarcado en la celebración del Corpus Christi, invita a los fieles a redescubrir y profundizar en el amor por la Eucaristía a través de la adoración. Se presenta esta práctica como un medio para encender el fuego espiritual en cada corazón, proporcionando luz, calor y protección en medio de un mundo secular y a menudo hostil. Al compartir testimonios de grandes santos e intelectuales –desde Fulton Sheen y Santo Tomás de Aquino hasta Edith Stein, Jacques Maritain, Madre Teresa, Dorothy Day y Juan Pablo II– el orador demuestra que la adoración eucarística es una fuente inagotable de renovación y fortaleza espiritual. Finalmente, se hace un llamado apasionado para que cada católico se comprometa a pasar tiempo en la presencia del Santísimo Sacramento, permitiendo que ese fuego divino ilumine y transforme sus vidas.
El mensaje inicia con un saludo de paz y nos sitúa en el Tercer Domingo de Cuaresma, invitándonos a adentrarnos en uno de los textos más trascendentales de la Biblia: el capítulo 3 del Éxodo, donde Dios se da a conocer de una manera única e inefable.
1. Moisés: De la Aristocracia Egipcia al DesiertoEl relato nos presenta a Moisés, un hombre formado en la alta sociedad egipcia tras ser hallado por la hija del faraón. Sin embargo, su vida da un vuelco radical cuando, impulsado por la pasión y el sentido de justicia, mata a un egipcio que maltrataba a un hebreo. Este acto, que lo saca de su zona de confort, lo conduce al desierto, donde, al igual que José en su tiempo de pruebas, Moisés se transforma y refina su carácter para estar preparado para la gran misión que Dios le encomendará.¡Imagínense a un aristócrata acostumbrado a la comodidad, ahora cuidando ovejas en medio del desierto! La vida, a veces, tiene un sentido del humor muy peculiar para llevarnos al encuentro con lo divino.
2. La Zarza Ardiente: La Presencia Viva de DiosEl clímax del relato ocurre cuando Moisés observa una zarza que arde sin consumirse. Esta imagen es poderosa: una llama que ilumina sin destruir, simbolizando la presencia de un Dios que, a diferencia de las deidades de la antigüedad, no se impone mediante el caos y la destrucción, sino que irradia belleza y vida sin desgastar lo que toca.Aquí se evidencia que el Dios del Éxodo no es un ente distante ni un mero ítem más en el universo, sino el Creador y sustentador de toda existencia.
3. El Encuentro y la Sagrada Instrucción Al acercarse Moisés, el Señor le ordena que se quite las sandalias, ya que está pisando tierra sagrada. Este mandato va más allá de una simple formalidad ritual: es un llamado a reconocer la inmensidad y la santidad de la presencia divina. Al quitarse las sandalias, simbolizamos nuestra humildad y la disposición a dejar de ejercer control sobre lo que trasciende nuestra limitada condición humana.Es como decir: "¡Alto ahí, campeón! Aquí no eres el dueño del terreno; lo divino se nos impone con gracia y nos invita a rendirnos ante su misterio."
4. La Revelación del Nombre: “Yo soy el que soy” El momento culminante se da cuando Moisés, en un acto de humildad y asombro, pregunta a Dios por su nombre. La respuesta, “Yo soy el que soy”, es una declaración revolucionaria que trasciende cualquier definición humana.Esta respuesta revela dos aspectos fundamentales:
Inmanencia: Dios está tan cerca de nosotros que nos conoce íntimamente, hasta el punto de contar cada cabello de nuestras cabezas.
Trascendencia: Al mismo tiempo, Dios es el ser supremo, el origen de toda existencia, que no se puede encasillar en categorías limitadas ni compararse con los elementos del universo.
Teólogos como San Agustín y Tomás de Aquino han profundizado en este misterio, explicando que en Dios la esencia y la existencia se confunden en una única realidad suprema. Esto nos invita a comprender que, a diferencia de nosotros, que definimos nuestro “yo” a partir de nuestras experiencias y contextos, Dios se define a sí mismo de manera absoluta, sin depender de ningún referente externo.
5. Implicaciones para Nuestra Vida EspiritualEl sermón nos exhorta a no tratar de controlar a Dios ni a rehuir su presencia, pues ambos caminos resultan infructuosos. En cambio, se nos llama a rendirnos ante Él, permitiendo que su luz nos transforme y nos haga radiantes.Este encuentro con el Dios revelado en la zarza nos invita a:
Humildad: Reconocer que en presencia de lo divino no estamos al mando, sino que debemos despojarnos de nuestra soberbia (¡sí, incluso de nuestras “sandalias de control”!).
Entrega: Acoger la cercanía de Dios, quien nos conoce y nos ama con una intimidad que supera cualquier comprensión humana.
Renovación: Permitir que su presencia active en nosotros una transformación que nos proyecte hacia un futuro lleno de esperanza y plenitud.
Conclusión: Una Invitación a la Fe Transformadora
El relato de la zarza ardiente es mucho más que una historia antigua: es un llamado a reconocer y abrazar la cercanía de un Dios que nos ama, que se hace presente en los momentos de dificultad y que, al mismo tiempo, trasciende todas nuestras limitaciones. Al igual que Moisés fue llamado a dejar atrás sus certezas terrenales para adentrarse en lo sagrado, nosotros también estamos invitados a abandonar cualquier intento de controlar lo divino y a permitir que su luz transforme nuestras vidas.
Que este mensaje nos impulse a caminar con fe, humildad y alegría hacia el futuro, siempre conscientes de que estamos acompañados por un Dios íntimo y grandioso, capaz de encender en nosotros la chispa de la vida y la esperanza.
¡Que la paz del Señor les ilumine el camino y les haga brillar con una luz que ni las sandalias ni el desierto pueden apagar!
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