23 oct
13 sept
13 sept

Oración del Catequista
Señor, haz que yo sea tu testigo,para comunicar tu enseñanza y tu amor.
Concédeme poder cumplirla misión de catequista,
con humilde y profunda confianza.
Que mi catequesis sea un servicio a los demás,una entrega generosa y viva de tu Evangelio.
Recuérdame continuamenteque la fe que deseo irradiar,
la he recibido de Ti como don gratuito.
Ayúdame a vivirla con responsabilidad,para conducir a Ti a los que me confías.
Hazme verdadero educador de la fe,atento a la voz de tu Palabra,
amigo sincero y leal de los demás,especialmente de mis compañeros catequistas.
Que sea el Espíritu Santo quien conduzca mi vidapara que no deje de buscarte y quererte;
para que no me venza la pereza y el egoísmo,para combatir la tristeza.
Señor, te sirvo a Ti y a la Iglesiaunido a tu Madre María;
que como ella yo sepa guardar tu Palabray ponerla al servicio del mundo. Amén.
Oración de los Catequistas –
San Juan Pablo II
La Iglesia en sí misma, Pueblo de Dios, es una realidad ministerial. El ministerio es el trabajo con el que los miembros de la Iglesia prolongan, internamente y para el mundo, “la misión y el ministerio de Cristo”.
Los ministerios laicales son servicios de colaboración fundamentados en la condición común de ser bautizados y el sacerdocio real recibido en el Sacramento del Bautismo.
Ministerio ordenado (derivado del sacramento del Orden: obispos, presbíteros y diáconos).
Ministerios instituidos estables de forma permanente (lectores, acólitos y catequistas).
Otros ministerios ejercidos «de hecho», como servicios sin una institución estable en la Palabra, el altar o la catequesis.
1972: Ministeria Quaedam - San Pablo VI, en respuesta al Concilio Vaticano II, estableció los ministerios instituidos de acólito y lector.
2021: Spiritus Domini - El Papa Francisco permite que sean instituidas también mujeres.
2021: Antiquum Ministerium - Se instituye el ministerio no litúrgico del catequista.
"Cristo el Señor, para dirigir al pueblo de Dios y hacerle progresar siempre, instituyó en su Iglesia diversos ministerios que están ordenados al bien de todo el cuerpo" (LG 18).
1988: Christifideles Laici - San Juan Pablo II profundiza y define los ministerios, oficios y funciones de los laicos.
La catequesis ha sido esencial desde los tiempos apostólicos:
1 Corintios 12, 28-31
Lucas 1, 3-4
Gálatas 6, 6
En diversas épocas y lugares, la Iglesia ha confiado la evangelización a catequistas laicos, especialmente en territorios de misión o con escasez de sacerdotes.
El catequista no es solo un maestro de doctrina, sino un testigo de la fe, maestro y acompañante en el crecimiento cristiano.
Su labor es el anuncio y transmisión de la fe, en todas sus dimensiones.
Atiende los desafíos de la sociedad y las necesidades de los catequizandos.
Su misión se desarrolla dentro de la comunidad eclesial.
Facilita la incorporación de nuevos discípulos a la Iglesia.
Prolonga la misión de Cristo Maestro.
Formación continua y actual:Por la importancia del ministerio, la formación del catequista debe ser constante.
Debe vivir su servicio con fe y caridad, en comunión con los pastores y la comunidad.
Es un ministerio estable laical, dirigido a quienes tienen una fuerte vocación al servicio del anuncio:
Con fe profunda y compromiso con la Iglesia.
Con formación teológica y pastoral adecuada.
Con experiencia previa en la catequesis.
Con testimonio de vida cristiana ejemplar.
Con una profunda espiritualidad.
No sustituye a los sacerdotes o diáconos, sino que complementa su labor en la evangelización.Cada Conferencia Episcopal adapta este ministerio según su realidad pastoral.
El catequista tiene tareas en diferentes ámbitos:
Formación catequética:
Primer anuncio.
Catequesis de iniciación en la vida cristiana (niños, adolescentes y adultos).
Formación permanente.
Re-iniciación cristiana.
Pastoral familiar.
A nivel diocesano:
Responsable de catequesis en diócesis, arciprestazgos, etc.
Animador de celebraciones en ausencia de presbítero.
Este ministerio no se limita solo a la catequesis, sino que coordina la vida pastoral en muchos aspectos.
La Iglesia ofrece orientaciones para su institución oficial, según el modelo de otros ministerios laicales.
Referencia: Ministeria Quaedam - Pablo VI (1972)
El ministerio del catequista es un servicio esencial para la Iglesia, con raíces profundas en la tradición apostólica y con un rol clave en la evangelización. Su labor es acompañar a los fieles en su camino de fe, con formación, testimonio y comunión con la Iglesia

Página web de la CEE: https://evangelizacion.conferenciaepiscopal.es/tema/recursos/
Curso online catequesis y familia: https://youtube.com/playlist?list=PLxl3hlDUxV3zNxlSSr9yj-ATvhNLJ2xsJ&si=tB6V-5OMGJR3Q_Bg
Página web de las delegaciones de catequesis de Galicia, con materiales y recursos: https://catequesisdegalicia.org/
Peregrinación diocesana de catequistas por el jubileo: https://catequesisdesantiago.org/jubileo-de-los-catequistas/


















El catequista es un testigo de la fe y educador cristiano.
Su misión es transmitir el Evangelio con humildad y entrega.
La catequesis no es solo enseñanza, sino un acto de amor y servicio a la comunidad.
La Iglesia es ministerial y cada miembro participa en la misión de Cristo.
Existen distintos ministerios:
Ordenados: obispos, presbíteros y diáconos.
Instituidos: lectores, acólitos y catequistas.
Otros servicios: sin una institución formal pero con funciones pastorales.
El catequista no reemplaza al sacerdote, sino que colabora en la evangelización.
San Pablo VI (1972): estableció los ministerios laicales de lector y acólito.
San Juan Pablo II (1988): definió el rol de los laicos en la Iglesia.
Papa Francisco (2021):
Spiritus Domini: permite que las mujeres accedan a ministerios instituidos.
Antiquum Ministerium: instituye el ministerio del catequista de forma oficial.
No es solo un maestro, sino también testigo y guía en la fe.
Su misión es formar discípulos y acompañar su crecimiento espiritual.
Requiere una formación continua y actualizada.
Debe vivir su vocación con fe, caridad y comunión con la Iglesia.
Para ser catequista instituido, se necesita:
Fe profunda y compromiso con la Iglesia.
Formación teológica y pastoral adecuada.
Experiencia previa en la catequesis.
Vida cristiana ejemplar y profunda espiritualidad.
No sustituye a los sacerdotes, sino que complementa su labor pastoral.
Anuncio de la fe en niños, jóvenes y adultos.
Catequesis de iniciación cristiana y formación permanente.
Evangelización en parroquias y diócesis.
Puede animar celebraciones en ausencia de sacerdote.
El ministerio del catequista tiene un rito litúrgico oficial.
Su institución se basa en la tradición de la Iglesia.
Es un ministerio estable reconocido por la Conferencia Episcopal de cada país.
Es clave para la evangelización y formación cristiana.
Tiene un papel fundamental en comunidades con escasez de sacerdotes.
Ayuda a integrar a nuevos discípulos en la Iglesia.
Su trabajo fortalece la sinodalidad y la comunión eclesial.
Ser catequista es una vocación y un compromiso.
Es un ministerio esencial para la vida de la Iglesia.
Su labor debe hacerse con amor, fe y fidelidad al Evangelio.

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